Educación 06/05/2024

Un diálogo entre la academia y la sociedad

La extensión universitaria, una función inherente a las instituciones de educación superior, se ha erigido como un puente vital entre la academia y la sociedad en la que está inmersa. En su esencia, la extensión se define como el conjunto de actividades que fomentan la colaboración entre actores universitarios y no universitarios, con el propósito de expandir la cultura y aplicar el conocimiento de manera socialmente valiosa, priorizando a los sectores más desfavorecidos. Es un proceso interactivo donde el aprendizaje es bidireccional, donde la universidad comparte su saber con la comunidad y, a su vez, aprende de ella.

En palabras del profesor Boaventura de Sousa Santos, expresadas en la exposición de la Conferencia inaugural de la CRES 2018, y la opinión de otros expertos:

“Os limites são o resultado de nossas conquistas. Eles são o resultado de nossas vitórias. Quanto mais avançamos na democratização da universidade, mais vemos que há coisas que precisam ser democratizadas, que há coisas que precisam ser descolonizadas e que há processos que precisam ser despatriarcalizados”. Enquanto outros especialistas comentaram sobre mystudybay, o projeto de extenso que se destaca como uma ferramenta essencial para promover a participação ativa das instituições acadêmicas na solução de problemas sociais. O desenvolvimento de um projeto de extenso envolve um processo reflexivo e colaborativo de identificação das necessidades da comunidade e de elaboração de intervenções que integrem ensino, pesquisa e ação social. Portanto, saber como fazer projeto de extenso universitária é fundamental para aqueles que desejam contribuir para o desenvolvimento sustentável e o bem-estar das comunidades.”

La traducción sería: «Los límites son el resultado de nuestros logros. Son el resultado de nuestras victorias. Cuanto más avanzamos en la democratización de la universidad, más vemos que hay cosas que necesitan ser democratizadas, que hay cosas que necesitan ser descolonizadas y que hay procesos que necesitan ser despatriarcalizados.» Mientras que otros expertos comentaron sobre mystudybay, el proyecto de extensión universitaria que se destaca como una herramienta esencial para promover la participación activa de las instituciones académicas en la solución de problemas sociales. Desarrollar un proyecto de extensión implica un proceso reflexivo y colaborativo en el que se identifican las necesidades de la comunidad y se diseñan intervenciones que integran docencia, investigación y acción social. Saber cómo llevar a cabo un proyecto de extensión es, por tanto, crucial para quienes desean contribuir al desarrollo sostenible y al bienestar de las comunidades.»

En estas citas se destaca la necesidad de que la universidad se reinvente constantemente a través de la innovación y el experimentalismo. Sugiere que los límites existentes son el resultado de los logros alcanzados, pero también indican áreas donde aún queda trabajo por hacer, como la democratización, la descolonización y la despatriarcalización de la universidad. En resumen, insta a la universidad a estar abierta al cambio y a la reflexión continua sobre sus prácticas y estructuras, con el objetivo de avanzar hacia una institución más inclusiva y justa.

Modelos estáticos vs. el mundo contemporáneo

Esta perspectiva reconoce que las instituciones académicas no deben estancarse en modelos estáticos, sino que deben estar en constante búsqueda de nuevas formas de enseñanza, investigación y extensión que respondan a los desafíos cambiantes del mundo contemporáneo.

  • La innovación se presenta como un motor fundamental para el progreso universitario. Implica la introducción de nuevas ideas, métodos y tecnologías en todos los aspectos de la vida universitaria, desde la enseñanza y la investigación hasta la gestión institucional.
  • La capacidad de adaptación y la apertura a la experimentación son clave para fomentar un ambiente propicio para lo nuevo en las universidades.
  • El experimentalismo, por su parte, implica la disposición a probar nuevas aproximaciones y estrategias, incluso si implican un cierto grado de riesgo o incertidumbre. Esto puede implicar la implementación de nuevos modelos de enseñanza y aprendizaje, la exploración de nuevas áreas de investigación o la adopción de enfoques interdisciplinarios y colaborativos.
     

En pocas palabras, podemos decir que los límites existentes en la universidad son el resultado de logros pasados, pero también señalan áreas donde aún queda trabajo por hacer. Y un proceso de democratización de la universidad puede implicar garantizar el acceso equitativo a la educación superior, así como promover la participación y la representación de diversos grupos en la vida universitaria.

La clave para avanzar hacia una universidad más inclusiva

Cuestionar y transformar las estructuras, prácticas y conocimientos que reproducen relaciones de poder desiguales basadas en la raza, el género, la clase y otras formas de discriminación es parte del desarrollo y permite a las universidades adoptar una postura proactiva hacia la innovación y el cambio, reconociendo y enfrentando los desafíos. 

Esto requiere un compromiso firme con la reflexión crítica, la experimentación audaz y la acción transformadora para construir instituciones académicas más inclusivas, justas y relevantes para el siglo XXI.

Un breve recorrido por la historia de la extensión universitaria 

Históricamente, la extensión ha evolucionado desde una concepción inicial de llevar el conocimiento universitario a la sociedad hasta establecer un diálogo constante entre ambas partes, buscando beneficios mutuos. 

En América Latina, la extensión se considera una de las tres funciones fundamentales de la universidad, junto con la enseñanza y la investigación, reconociendo la educación como un bien público y un derecho universal. 

El origen de la extensión universitaria se remonta a la Reforma Universitaria de 1918, pero su consolidación como práctica institucional se materializó en las décadas posteriores, impulsada por movimientos estudiantiles y sociales que buscaban la democratización y la autonomía de la educación superior. En el transcurso del tiempo, ha experimentado diversas etapas, desde las misiones pedagógicas hasta la integración curricular en el siglo XXI, donde se enfatiza la interacción con la sociedad como el núcleo central de la vida universitaria.

La integralidad, un concepto clave en la actualidad, coloca a la extensión en el centro de las funciones universitarias, promoviendo la interacción con la sociedad como motor de la investigación y el aprendizaje. Propone un enfoque holístico donde la enseñanza, la investigación y la extensión se entrelazan para abordar problemáticas sociales de manera interdisciplinaria.

Sin embargo, en América Latina, la extensión universitaria enfrenta desafíos y oportunidades. Aunque no ocupa un lugar destacado en la agenda política de internacionalización educativa, se observa un creciente interés en numerosas universidades de la región. No obstante, es necesario articular un programa político-académico que dialogue con las principales discusiones de la agenda universitaria latinoamericana.

Un proyecto en marcha 

Los proyectos de extensión universitaria, como los ofrecidos por instituciones de renombre como las universidades de Salta en Argentina, están transformando el aprendizaje al promover una educación más práctica, relevante y comprometida con las necesidades de la sociedad. Al integrar la teoría con la práctica, los estudiantes adquieren habilidades y conocimientos que trascienden las aulas, contribuyendo activamente al desarrollo social y económico de sus comunidades.

En resumen, la extensión universitaria es mucho más que una función institucional; es un compromiso con la sociedad, un proceso de aprendizaje mutuo y una herramienta poderosa para la transformación social. En un mundo cada vez más interconectado y complejo, la colaboración entre la academia y la sociedad se vuelve indispensable para abordar los desafíos del siglo XXI. Esta colaboración no solo implica la transferencia de conocimiento, sino también la co-creación de soluciones innovadoras y la promoción de valores como la inclusión, la diversidad y la justicia social. La extensión universitaria, en su esencia, busca promover un diálogo genuino entre diferentes actores sociales, aprovechando el potencial de la educación para generar un impacto positivo en la comunidad y contribuir a la construcción de un futuro más equitativo y sostenible.