Colonia Santa Rosa: una de las víctimas recibió cinco tiros y el otro tres
Fuentes policiales identificaron a las víctimas como Wilson Zutara y Ariel Fernando Ledezma Salinas, con residencia en Tucumán y Bermejo, Bolivia. Según el reporte forense, las víctimas fueron ejecutadas de cinco y tres balazos en la espalda.
Un nuevo crimen narcomafioso tiene en vilo al norte salteño. Esta vez, el escenario fue la ruta 34, a la altura del kilómetro 1308, en el tramo que une la localidad de Urundel y Colonia Santa Rosa, a pocos metros de donde fue hallado el cuerpo sin cabeza de Pablo César Almaraz, el 1 de octubre del 2022, en el marco de un ajuste de cuentas perpetrado por sicarios que vinieron de Bolivia.
Dese un tiempo atrás, el cruce de Colonia Santa Rosa y Pichanal, se tornó en una “zona caliente”, pues muchas bandas narcos retomaron el viejo camino que baja de la frontera y sale ese enclave, donde la droga se acopia y, a veces, suele ser motivo de robo entre las distintas organizaciones narcos que van y vienen.
El viernes pasado las 14.40, según los registros de la policía, dos hombres que residen en la localidad de Salvador Mazza, quienes circulaba por la ruta, detuvieron a un cabo de la policía que se dirigía a tomar servicio adicional en la empresa REFINOR. El suboficial relato que, al detener la marcha de su vehículo, los dos muchachos le pidieron que vea a un costado de la ruta, pues a unos 10 metros había dos cuerpos tendido en la maleza.
Ante tremendo hallazgo, el cabo Gallardo alertó a sus superiores y en cuestión de minutos llegaron al lugar varios móviles policiales, como así también del Cuerpo de Investigaciones Fiscales, quienes comenzaron a trabajar en la recolección de evidencias.
A las horas, cerca de las 18, al lugar arribo la fiscal Soledad Filtrín y la auxiliar, Delia Bernard, de la Unidad de Grave Atentados contra las Personas, quienes ya habían impartido instrucciones para el resguardo de la escena del crimen y otras diligencias investigativas.
Con precintos
Sobre los hombres asesinados, se pudo saber que uno era de contextura robusta, vestía remera negra y pantalón deportivo gris. La víctima estaba de cara al suelo, con las manos hacia adelante y sujetadas con dos precintos. Al revisar el cadáver, los forenses indicaron que presentaba cinco disparos en la espalda.
El otro, casi a la par, también era de contextura robusta, vestía remera azul oscura y pantalón deportivo oscuro. En la misma posición que su amigo, aunque no tenía las manos maniatadas, pues los brazos yacían a los costados y presentaba tres impactos de bala, también por la espalda.
Por el examen corporal y los proyectiles y vainas halladas en la escena, se pudo establecer que el arma utilizada para la ejecución fue una pistola 9 milímetros, pues se encontraron 5 vainas y tres plomos.
La policía identificó a las víctimas como Wilson Zutara. De 32 años y con domicilio registrado en San Miguel de Tucumán, mientras que el otro se trataría de Ariel Fernando Ledezma Salinas, con domicilio en barrio Central, en la localidad boliviana de Bermejo.
Ambos son oriundos del vecino país, al parecer, oriundos de Yacuiba y Tarija. En el caso de Ledezma Salinas, se identificó al mismo como estudiante. Por el rastro que dejó la escena del crimen, se cree que los jóvenes fueron arrodillados a la vera de la ruta, uno de ellos maniatado, el otro no.
Como sucede en las series narcos, los sicarios le habrían dado la última oportunidad de hablar sobre el motivo que le costó la vida, muy probablemente un importante cargamento de drogas, de más de 100 kilos, del cual, evidentemente, no supieron dar explicaciones, por lo que fueron ejecutados.