Aquel niño que se sacó una foto con Lionel Messi y ahora será su compañero en la Copa América
Valentín Carboni es el prototipo de una tendencia que no se detiene. Pertenece al club de los “europibes”, un grupo de talentosos juveniles que representan una suerte de hijos de la crisis de 2001, nacidos o criados lejos de nuestro país. Y en otra época de crisis y oportunidades como la actual cumplió su primera misión: llegar a la Copa América en la selección argentina. A los 19 años, es la gran sorpresa de la lista de 26 convocados por Lionel Scaloni para el torneo que comenzará el jueves próximo en Estados Unidos.
Zurdo elegante, alto (1,85 metro), serio, nacido en Buenos Aires, con acento italiano, fue parte del Sub 17 de Italia y, rápidos de reflejos, desde Claudio “Chiqui” Tapia hasta el cuerpo técnico de la selección, con el respaldo de los cazatalentos de hoy y siempre (y el visto bueno de la familia, encabezados por papá Ezequiel, exfutbolista de Lanús), integró el Sub 20 de Javier Mascherano en el último Mundial de la categoría. Representa la última debilidad del DT campeón del mundo, certificado en esta elección en la que le ganó la pulseada a Ángel Correa, uno que estuvo en Qatar 2022 y quedó marginado en esta oportunidad en el corte de los 29 convocados para los amistosos de preparación. Carboni es algo así como el futuro Ángel Di María, un puñal vertiginoso y hábil por las bandas.
alentin Carboni la tira larga y escapa de la marca de Jose Ardon durante el partido entre los seleccionados de Argentina y Guatemala en Washington.
Una muestra en el equipo albiceleste mayor ya la dio el viernes en la noche, ante Guatemala. Un desmarque suyo por derecha generó el penal que Lionel Messi le cedió para que pateara a Lautaro Martínez en el 2-1 parcial en la goleada por 4-1 en Washington. Valentín se metió en el área en una combinación con Leo y Nicolás Samayoa lo bajó cuando el número 19 le había ganado la posición cerca de la línea de fondo. Salió volando el chico hasta afuera de la cancha, apretó el puño derecho para festejar y enseguida recibió la felicitación de sus compañeros, con aplausos de Nahuel Molina.
Al final del partido, Messi y Scaloni elogiaron al mediocampista que también se pone el traje de extremo. “Me parece que tiene un futuro bárbaro, un presente y un futuro bárbaro. Y hay que aprovecharlo, como varios de los chicos que llegan con mucha fuerza. Yo lo había visto en el Sub 20, pero creció muchísimo: es un jugador diferente, mucho más formado y con una calidad bárbara”, lo describió el capitán.
Messi, sobre Carboni
“Cumplí un sueño al jugar a su lado, es el mejor de todos y me felicitó al final del partido, lo cual es increíble que suceda”, reveló Carboni, que hace 8 años, a los 11, se sacó una foto junto al capitán en una visita al predio de la AFA en Ezeiza en sus tiempos de juveniles en el Granate. Hoy son compañeros en el seleccionado.
“Carboni jugó un partido bueno. Fue difícil para él por el contexto. Nosotros estamos contentos. Es evidente que es un chico que nos puede aportar”, sumó su voz Scaloni en la conferencia de prensa posterior a la goleada, dejando en suspenso si iba a ser parte de la lista final, como quedó confirmado esta mañana.
Valentín Carboni, una de las joyas con la que la selección renueva su plantel de cara al futuro
La Copa América puede ser una plataforma perfecta para el joven que hizo sus primeros pasos en las infantiles de Lanús, surgió en Inter y tuvo una convincente travesía por Monza a préstamo. Su debut en el seleccionado mayor había sido el 26 de marzo pasado: resultó una nota estelar en el triunfo por 3-1 sobre Costa Rica apenas ingresó faltando ocho minutos, mezclado entre los campeones mundiales. Los últimos compases de aquel amistoso sirvieron para que Scaloni tomara nota de que ya dio el salto de calidad imprescindible. Y lo ratificó este viernes.
Formado en Lanús, en donde su padre fue capitán y entrenador, emigró en 2020 para vestirse con la camiseta juvenil de Catania. Se formó en Inter, en donde los argentinos tienen un cuadro de honor y desde allí, voló a Monza. Esta temporada, Carboni se transformó en una revelación. Alcanzó los 31 partidos (1159 minutos), 2 goles (no es su fuerte) y 4 asistencias. Su equipo terminó en el puesto 12°, todo un suceso, 10 puntos por encima del último descendido, Frosinone.
Valentín Carboni en un partido en la última temporada de la Serie A, donde estuvo a préstamo en Monza.
En la ciudad en la que se pisa el acelerador a fondo, es una referencia. Raffaele Palladino, el entrenador que ahora pasó a Fiorentina, solía embriagarlo dulcemente. “Lo amo. No sé dónde puede llegar este chico, pero creo que puede llegar muy alto. Tiene un gran talento, grandes cualidades técnicas, físicas y sobre todo mentales. Siempre quiere mejorar cada día, tiene un gran futuro si sigue trabajando con esta mentalidad. Es el primero en defender, el primero en atacar y en sacrificarse. Estoy loco por él, lo quiero: me gusta mucho, hizo un gran camino de crecimiento. Ahora se ven los frutos”, reconocía. Intuía que iba a perderlo: Lazio sigue sus pasos al costado izquierdo.
La magia de su zurda confirma las huellas del potrero de nuestro país. Y la herencia. Lo que motivó el elogio de su padre, Ezequiel, que trabaja en las divisiones formativas de Monza. “Ya me superó, es un orgullo”, sostiene papá. En el Mundial Sub 20, el año pasado, bajo el aura de Mascherano, se puso la número 10, no tan incómodo como enganche, conducción y personalidad. Su altura puede ser un engaño: es pícaro como los cracks de baja estatura, escurridizo.
Carboni creció latiendo fútbol en el ambiente. Su formación arrancó en el papi fútbol, en el club Lafuente de Lanús. Junto a su hermano Franco, dos años mayor, los Carboni se construyeron como personas y futbolistas en las inferiores en el Granate mientras su padre dirigía en primera. Poco después, una oferta desde Europa forzó a la familia a mudarse al Viejo Continente. Catania, otro de los clubes que representó el padre, recibió a los dos herederos del apellido, y sus destacados rendimientos captaron la atención primero de Inter, y luego de la juvenil selección italiana.
Cuando la AFA aún no posaba sus ojos sobre ellos, dieron sus primeros pasos con la azzurra; Valentín llegó a acumular 11 partidos con la Sub 17. El plan maestro de Scaloni siempre fue observar figuras potenciales en donde otros solo corrían su mirada. El caso Dibu Martínez resulta todo un símbolo, también Cuti Romero. Pero en los últimos tres años, con el impulso del Maracaná y de Qatar, el operativo “europibes” creció en intensidad. Ya no se trataba solamente de la desfachatez de Alejandro Garnacho, nacido en España, de 19 años, estrella de Manchester United y también en la lista de la Copa América.
Hace un año, en una publicación de Instagram reconoció tocar el cielo con las manos. “Viviendo un sueño”, reflejaba una imagen junto con Lionel Messi. Carboni deslumbra en las prácticas, cumple en los minutos que suma cuando le toca y es una de las banderas de la renovación. Tiene presente de Copa América, con destino Mundial. /La Nacion