Luego de hallar su zapatilla, perdieron el rastro del niño buscado en Corrientes
La desaparición misteriosa de Loan Danilo Peña, el niño de 5 años visto por última vez el jueves a la siesta en un paraje del interior de Corrientes, llevó a las autoridades a montar un enorme despliegue de búsqueda con policías, bomberos, perros, drones y caballos.
El caso atrajo la atención de la sociedad y como no se descarta ninguna hipótesis sobre lo que pudo suceder activaron una alerta nacional con la difusión del rostro del niño.
La "Alerta Sofía" llegó a todo el país. Se trata de un programa del Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (SIFEBU) ligado al Ministerio de Seguridad de la Nación y con el número gratuito 134 como vía de contacto.
Ayer, funcionados del SIFEBU llegaron al centro de operaciones dispuesto en el área rural donde están centrados los procedimientos de rastreo.
Todas las fuerzas de seguridad deberían estar al tanto del pedido de localización en especial aquellas dispuestas en pasos fronterizos, precisaron fuentes del caso ante la posibilidad latente de que alguien pudiera trasladar al menor.
Después de que el viernes hallaron una zapatilla que los padres de Loan reconocieron como suya, ayer no hubo alguna otra novedad significativa.
El calzado estaba semicubierto de barro en una zona alejada a la casa de la abuela donde el nene estaba de visita, según precisaron sus familiares.
Un tío del pequeño, una mujer y un amigo de la familia, todos mayores de edad, fueron las últimas personas en tener contacto con él cuando, dijeron, fueron a tomar naranjas a un monte del paraje El Algarrobal, zona rural de la localidad de 9 de Julio, ubicada a 175 kilómetros al sur de la ciudad de Corrientes.
Los tres resultaron demorados para su indagación y porque las autoridades habrían detectado algunas incongruencias en la versión de que el niño "se perdió".
Además de 150 policías, a la zona llegaron bomberos voluntarios de distintos cuarteles como ser de Goya, Pueblo Libertador, Mocoretá, Chavarría, San Roque. Ese personal se desplegó a pie en áreas de campos y montes en cuadrantes delimitados por las Rutas Nacionales 12 y 123.
La Unidad Fiscal de Recepción y Análisis de Casos de la ciudad de Goya dispuso una serie de medidas, entre ellas la reserva de cierta información vinculada a otras hipótesis, tal como lo deslizó el comisario mayor Roque Báez. Hay datos que "son materia de investigación, de reservas de información, no quiero comprometer nada en la investigación porque son directivas del fiscal".
No son solo policías y bomberos quienes realizan recorridas tratando de encontrar alguna pista del chico. Pobladores de 9 de Julio y parajes cercanos hacían cabalgatas.
No hallaron elementos claros para orientar la pesquisa hacia otra presunción ajena a la supuesta desaparición accidental.
Sobre la búsqueda de Loan en Corrientes
Loan estaba de visita en la casa de la abuela paterna cuando el jueves a la tarde notificaron su desaparición ante la Policía.
Bajo un manto de incertidumbre transcurrió la primera noche sin novedades sobre el paradero del nene que vestía un pantalón y una remera. El viernes, pasado el mediodía, hallaron la zapatilla atascada en el barro junto a huellas que serían suyas. En tanto, la segunda noche en la que sobrevolaron un drone con visor nocturno transcurrió sin noticias.
"Él estaba con tres personas mayores. Mi marido le dejó ir de confianza y no sé qué pasó. Capaz alguien lo vio solito y lo agarró; yo creo que lo único que queda es buscar casa por casa", dijo María Noguera, mamá de Loan, en declaraciones a Radio Dos.
El chico tomaba naranjas con las tres personas mayores y tres menores, sus primitos, y en un momento quiso ir con su papá, se alejó de ellos y desapareció. Eso es lo que tales testigos manifestaron a las autoridades.
"Mi marido no se fue con Loan al monte, mi hijo se fue con su tío, un amigo de su tío, una señora y tres primitos", contó María.
Asimismo, sobre qué le contaron las personas que estaban con Loan, la madre, explicó que "dicen que él quiso irse con su papá, que agarró una naranja y empezó a caminar, él no conoce el camino, y cuando ellos se dieron cuenta ya había desaparecido".
Las esperanzas de hallarlo sano y a salvo no desvanecían a pesar del tiempo y que el niño debería afrontar situaciones peligrosas en soledad, sin comida, sin agua, y por las noches en completa oscuridad y descenso de la temperatura. (Fuente: Diario Época)