En el marco de la Semana del Cine en Salta, que será del 27 de junio al 5 de julio, estuvimos charlando en una entrevista exclusiva con el aclamado actor argentino Rodrigo de la Serna. 

-¿Cuál es tu opinión sobre la ayuda del estado en el cine?

Estados Unidos financia por ejemplo, para hablar de referentes en el cine. Alemania también lo hace, lo hizo siempre. Creo que destina un porcentaje enorme de su PBI para la industria cultural. 

No sólo es una industria que genera mucho trabajo y en muchos sectores, el cine particularmente genera mucho porque es un arte combinada. El cine argentino es muy requerido en el mundo entero, es muy apetecible y muy singular. 

La primera película sonora en el mundo fue argentina: TANGO, con Tita Merello. Éramos una industria muy pujante, teníamos nuestro propio celuloide, fabricábamos nuestros hierros, exportábamos nuestro cine a EE.UU. y, cuando decidió financiar más a México, perdimos la batalla.

Estamos muy orgullosos de la tradición y la diversidad que ofrece y sigue ofreciendo el cine argentino, a pesar de las dificultades que hay. 

Es imposible acallar al pueblo argentino… es imposible. En lo creativo y cultural mucho más, porque cuando hay más crisis, más creativos se ponen.

-¿Qué sentís al ver resurgir Okupas después de 20 años?

Lamentablemente estamos en una circunstancia que se asemeja mucho a la serie. Entonces vos decís: es muy triste, es muy trágico que 22 años después estemos casi igual. 

Yo recuerdo que cuando estábamos filmando Okupas, creíamos que estábamos mostrando el post-menemismo y en realidad estábamos mostrando el pre-estallido social. 

Vos ves la serie hoy y ves la insurgencia, el movimiento, el frenesí a punto de estallar. No sabíamos lo que estábamos haciendo. Sin embargo, en ese contexto se estaba generando algo tan potente artísticamente. 

La moda de instalar lo marginal vino después, que ya es un elemento de consumo y se comienza a estereotipar con que la pobreza ya es marginal. Okupas inaugura una cosa que no se quería mirar por el discurso que éramos el primer mundo y no. Después se volvió una moda lamentablemente. 

-¿Sentís alguna preocupación después de grabar "El Rapto"? Nueva película de Rodrigo en Paramount +.

Lo que hay que tener muy en claro es que en Argentina se vivió un proceso que duró unos 30 años con un estado de violencia que se empezó a institucionalizar. Yo creo que la violencia en la vida política argentina se empieza a institucionalizar con el bombardeo a la Plaza de Mayo en 1955. Con las dictaduras se hizo cosa de todos los días. 

Esta película habla un poco de cómo el pueblo argentino quiso volver a un estado de derecho y salir de un estado de violencia. El retorno a la democracia en el ‘83, ese es el contexto. 

El personaje que yo interpreto es una persona que carga con una culpa de ser un sobreviviente. Porque es un militante político y sobrevivió, cuando sus compañeros no. Eso empieza a socavar su propia identidad. Es un empresario exitoso dueño de una financiera, siendo marxista, lleno de contradicciones. Medio polémico.

Esta película nos ayuda a reflexionar que no queremos volver a ese estado de violencia. 

-En el marco de "El Eternauta", ¿sabías lo que innovabas con "Cyber Six"?

Sabíamos que estábamos haciendo algo bizarro. La referencia inmediata era Batman pero la de Adam West porque yo era un villano con mucho humor.  

Sabíamos lo que estábamos haciendo pero lamentablemente no fue bueno. Había leído la historieta gracias a la producción y me pareció tremenda.