Milagro: Un año más, la familia Álvarez recibe y asiste a los peregrinos

Emoción, alegría, devoción, felicidad, esperanza. Son algunas de las emociones que se viven por estas horas en cada rincón de Salta, sobre todo en su Capital, en vísperas de la 332° procesión con las imágenes del Señor y de la Virgen del Milagro, a donde están arribando miles de peregrinos desde todos los rincones.

Pensando en ellos, la familia Álvarez de zona sur puso nuevamente manos a la obra, renovando su compromiso de ayudar al prójimo, brindándoles un refrigerio al paso, agua, fruta y hasta golosinas a los chicos, como un mimo y un cordial recibimiento a los feligreses.

Desde hace más de una década, vienen asistiendo a los caminantes de forma voluntaria, solidaria, con esfuerzo propio para brindarles una comida, una bebida, algo fresco en los días de calor o una infusión caliente en las primeras horas de la mañana. Solamente un año no pudieron brindar este gesto, fue en 2020 cuando la pandemia impidió la realización del Milagro por única vez en la historia.

La impulsora de esta atención es Celeste Álvarez quien, junto a su familia, la ayuda de amigos y la colaboración de vecinos, coloca este puesto sobre avenida ex Combatientes de Malvinas, en el ingreso a barrio San Carlos. “Todo comenzó de ‘rompe y raja’ con mi familia, en memoria de mi hijo Juan Ignacio Álvarez”, quien falleció hace más de 20 años atrás en septiembre, declaró a este medio. Como recuerdo de él, es que ofrendan este servicio a los promesantes de los patronos salteños.

Este 2024, se instalaron este jueves 12 sobre el ingreso a la ciudad, en zona sur, donde ya estuvieron brindar sandwichs, golosinas y otros víveres a contingentes como los de Seclantás, Luracatao, Cachi, entre otros que arribaron por esa parte de la Capital. Los chicos, los más contentos, con las caricias que reciben con bolsitas con turrones, caramelos, chizitos, etc.

Abuelos, hijos, hermanos, tíos, primos, niños… son tres las generaciones de esta familia que participan del puesto y colaboran en lo que pueden. “Quiero agradecer a mi familia, a mis padres, mis hijas, hermanas y sobrinos, a cada uno de mis contactos que me ayudaron para conseguir el agua, fiambre y demás”, extendió Celeste su gratitud a nuestro medio desde su puesto, el cual seguirá dando lo que tenga dependiendo de la cantidad de fieles que arriben.


Viene hace 12 años para El Milagro y le regala pañuelos bordados a los peregrinos