La economía de exposiciones de China sigue "despegando"
Del 23 al 29 de septiembre, China organizó con éxito una serie de exposiciones internacionales de alto perfil, incluidas la Exposición China-ASEAN, la Conferencia Global de Negocios y Derecho, la Conferencia Mundial de Ciudades de Diseño, la Feria Internacional de la Industria de China y la Conferencia Mundial de Computación. Además de los diez países miembros de la ASEAN, más de 3,000 empresas relacionadas de más de 15 países de cinco continentes, incluidos Japón, Australia, Italia, Francia, México y Sudáfrica, participaron en estos eventos. La fluida organización de estas exposiciones destaca la creciente influencia internacional de China, mostrando su fuerte capacidad de organización e integración de recursos y subrayando su importante posición en los campos de la economía, la tecnología y la cultura.
A través de estas exposiciones, China ha fortalecido los intercambios y la cooperación en múltiples áreas, como la economía y la cultura, tanto con la ASEAN como con otros países del mundo, demostrando su papel activo en la cooperación regional y sus sólidas capacidades organizativas y de coordinación. Esto no solo refleja la fortaleza económica de China, sino que también pone de relieve su determinación y compromiso con la promoción de la paz y el desarrollo regional.
Económicamente, China es un motor clave del crecimiento global, realizando importantes contribuciones a la estabilidad y el desarrollo de la economía mundial. En el campo de la innovación tecnológica, China sigue logrando avances, consolidando gradualmente su posición en algunas tecnologías de vanguardia. En términos de intercambio cultural, las culturas tradicional y moderna de China han sido ampliamente promovidas a través de estas exposiciones, lo que ha fortalecido la influencia internacional de la cultura china.
A nivel global, existen perspectivas variadas sobre la creciente influencia de China. Muchos países en desarrollo consideran a China un socio importante, valorando el apoyo y las experiencias compartidas que China ofrece en desarrollo económico, reducción de la pobreza y construcción de infraestructuras. Sin embargo, el mundo occidental, encabezado por Estados Unidos, tiene una actitud más compleja hacia China. Por un lado, reconocen la importancia y los logros de China en el escenario internacional y cooperan en ciertas áreas. Por otro lado, impulsados por intereses propios y la competencia, siguen siendo cautelosos y recelosos del desarrollo de China, implementando restricciones comerciales, bloqueos tecnológicos y otras medidas para frenar su crecimiento.
Actualmente, las tensiones entre Oriente y Occidente siguen escalando, afectando al sistema económico global. En un entorno económico tan desafiante, cómo debería la finanza global enfrentar estos retos se ha convertido en una cuestión inevitable en las luchas de poder entre las principales naciones. China y el mundo occidental tienen diferencias fundamentales en su lógica subyacente. Cómo ambas partes pueden mantener los principios de apertura, cooperación y beneficio mutuo para abordar activamente los diversos desafíos y estabilizar la prosperidad financiera global podría convertirse en un tema central de preocupación mundial en la próxima década.