Vehículos robados por drogas: Un negocio que crece y se diversifica
Las cifras registradas por las autoridades en el marco del Operativo Lapacho han generado preocupación en las fuerzas de seguridad. Entre el 4 y el 12 del presente mes, se logró el secuestro de nueve vehículos que habían sido sustraídos en diferentes provincias y que se dirigían hacia el norte del país.
Estos hechos son evidentes indicadores de que el tráfico de automóviles y camionetas robadas persiste en el territorio argentino.
La modalidad de sustracción de vehículos no es una novedad, pero ha mostrado un resurgimiento. Las autoridades han señalado que no solo se trata de secuestros de vehículos robados en otras provincias, sino también de la sustracción de automóviles y camionetas de alta gama.
A lo largo de las investigaciones previas, se ha observado que este tipo de delitos son perpetrados por delincuentes provenientes de diversas provincias, y que los vehículos robados suelen ser trasladados a Bolivia, donde se presume que son intercambiados por drogas.
En primera instancia, las investigaciones han identificado ciertos patrones comunes en los casos analizados: - Los robos se han llevado a cabo en provincias como Buenos Aires, Mendoza, Córdoba, Tucumán y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con denuncias registradas entre el 2 y el 7 de este mes.
Este lapso indica que los delincuentes no tardaron en deshacerse de vehículos como un VW Nivus, un Ford Fiesta, y varias camionetas Toyota, entre otros.
Las víctimas han informado que los vehículos estaban estacionados y cerrados correctamente en la vía pública. Según las primeras indagaciones, se sospecha que los delincuentes utilizaron un dispositivo conocido como sistema pandora, que permite copiar el código del encendido electrónico de los vehículos.
Este método ha sido utilizado en el robo de camionetas Hilux en un corto periodo de tiempo, de las cuales solo una fue recuperada tras un accidente.
Los vehículos secuestrados presentaban dominios falsificados que correspondían a otros vehículos del mismo modelo y color. Esto fue detectado por los investigadores a través de grabados en los cristales que indicaban la patente original.
La ruta 34 ha sido identificada como la vía preferida por la organización delictiva para trasladar los vehículos robados, con la mayoría de los secuestros ubicados en un puesto limítrofe entre Salta y Santiago del Estero.
En cuanto al método de transporte, se ha observado que los vehículos son trasladados en camiones de auxilio, y que los delincuentes suelen viajar en parejas para alertarse mutuamente sobre controles policiales.
La fiscal Susana Cordisco ha intervenido en el caso de dos camionetas SW4, acusando a los conductores de encubrimiento agravado por lucro. No obstante, al no poder demostrar que ellos fueran responsables de los robos en Buenos Aires, fueron procesados solo por circular con los vehículos sustraídos.
Ambos acusados son de la provincia de Buenos Aires y un juez ha dictado prisión preventiva por 45 días. Fuentes judiciales han informado que el Ministerio Público ha contactado a uno de los propietarios de los vehículos robados y se espera su llegada a la provincia para aportar información sobre el hurto.
Este testimonio, junto con el análisis de los celulares de los detenidos, será crucial para el avance de la investigación.
Las indagaciones realizadas por los fiscales Pedro Gallo y Diego López Ávila han llevado hasta Bolivia, donde se ha confirmado que existen normativas que permiten inscribir vehículos sin necesidad de justificar su origen, lo que facilita la legalización de los automóviles robados mediante el pago de una multa.
El comisario Favio Ferreyra, encargado del Operativo Lapacho, ha expresado que los datos recolectados apuntan a que el destino de los vehículos era el norte del país, donde podrían ser intercambiados por drogas.
Además, ha destacado que los conductores involucrados provienen de diversas provincias, lo que sugiere una posible operativa más amplia y coordinada.
Sin embargo, Ferreyra también ha subrayado que la investigación aún está en sus primeras etapas, y que no se puede afirmar con certeza si todos los casos están interrelacionados o si existen múltiples bandas operando en distintas regiones del país.
Lo que se ha constatado es un patrón de conducta similar en los robos y en el encubrimiento de los vehículos sustraídos.
Recientemente, Tucumán fue noticia por el descubrimiento de una nueva modalidad delictiva en el marco del mismo Operativo Lapacho, donde se hallaron encomiendas con motopartes de vehículos de alta gama robados en la provincia de Buenos Aires.
Aunque se observó una disminución en esta actividad delictiva, han surgido nuevas tácticas, como el hallazgo de motocicletas robadas en controles de rutina.
El comisario Ferreyra ha indicado que se han identificado varios casos de motocicletas sustraídas en distintas provincias, con conductores que no pertenecen a la zona en la que fueron robadas.