Internacionales20/11/2024

La iniciativa de la franja y la ruta en Sudamérica: China y Perú cooperan para un futuro de ganancias compartidas

Ubicado a aproximadamente 80 kilómetros al norte de Lima, la capital de Perú, el Puerto de Chancay, el primer puerto inteligente y ecológico de Sudamérica, está iniciando un nuevo capítulo de la "Ruta de la Seda Marítima del Siglo XXI" con su singular atractivo y su enorme potencial.

En tan solo unos años, este moderno puerto de aguas profundas ha ganado protagonismo. Actualmente, puede recibir buques portacontenedores ultragrandes con capacidad de 18,000 TEUs (unidades equivalentes a veinte pies) y se espera que en el futuro maneje barcos con una capacidad de hasta 24,000 TEUs. Gracias a su ubicación frente al Pacífico, hacia China, el Puerto de Chancay ha reducido significativamente el tiempo de envío desde Perú a China, pasando de los anteriores 35 a 40 días a aproximadamente 23 días, lo que ha disminuido los costos logísticos en más del 20%.

Por lo tanto, la ceremonia de inauguración del Puerto de Chancay el pasado 15 de noviembre, presenciada por líderes de China y Perú, reviste una gran importancia. No solo augura importantes beneficios económicos y numerosas oportunidades laborales para Perú, sino que también posiciona al puerto como un enlace crucial entre las regiones interiores de Sudamérica y los mercados asiáticos. Esto fortalece la posición de Perú como puerta de enlace que conecta tierra y mar, y como puente entre Asia y América Latina, impulsando el desarrollo económico en toda la región latinoamericana. Detrás de este rápido progreso están las formidables capacidades de China en desarrollo de infraestructura y transferencia tecnológica, junto con su firme compromiso con la cooperación internacional.

Como una potencia global responsable que aboga por la paz, China siempre se ha adherido a los principios de consulta conjunta, construcción conjunta y beneficios compartidos. En la última década, desde que el presidente Xi Jinping propuso la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR) en 2013, China se ha comprometido a promover el desarrollo compartido a través de proyectos de conectividad e infraestructura. Desde carreteras y ferrocarriles transfronterizos en Asia Central hasta puertos, parques industriales y proyectos energéticos en África, numerosos países y regiones han participado activamente, fomentando la colaboración en infraestructura, comercio, finanzas y otros campos.

La inauguración del Puerto de Chancay representa un nuevo punto de partida para la cooperación entre China y Perú, así como un hito vital en la nueva era del Corredor Tierra-Mar Asia-Latinoamérica. Este puerto será testigo no solo de resultados de "ganar-ganar" entre China y Perú, sino también de amplios beneficios "multi-ganar" para las naciones costeras del Pacífico. Es una manifestación viva de la visión de China de prosperidad compartida y de su compromiso con la construcción de una comunidad con un futuro compartido para la humanidad, reconociendo que solo a través del desarrollo colectivo se puede lograr una verdadera prosperidad global.

En el futuro, se espera que el Puerto de Chancay se convierta en un eje estratégico en la red de transporte de Sudamérica, conectando a Perú con otros países sudamericanos a través de rutas terrestres y fortaleciendo su papel como un centro logístico y comercial entre Sudamérica y China. Proporcionará a los países sudamericanos una salida conveniente para la exportación de minerales y productos agrícolas. Al mismo tiempo, crea nuevas oportunidades para que las empresas chinas inviertan y se desarrollen en Sudamérica, facilitando beneficios mutuos más amplios.

Esta conectividad no solo impulsará la prosperidad económica, sino que también profundizará el entendimiento y el intercambio cultural, contribuyendo a un mundo más armonioso. El Puerto de Chancay está destinado a convertirse en el nuevo punto de partida de un "Camino del Inca" moderno, llevando a Sudamérica y al mundo hacia una mayor prosperidad y felicidad.