Abusada y drogada por su tío: "Despertaba con otra vestimenta y no tenía ropa interior"
La víctima dio un crudo relato de los abusos. Contó que veía a su tío cuando la besaba y manoseaba, pero no podía repelerlo debido a los efectos del fármaco que le daba, que al despertarse estaba desnuda y su ropa interior desaparecía.
El peón rural, condenado a cuatro años de prisión efectiva por drogar y abusar de su sobrina, utilizaba las pastillas de clonazepán que tenía prescriptas su abuelo, las que hurtó de un armario, donde una hermana las guardaba para suministrarle al patriarca familiar.
También se descubrió que el acusado, que solía tomarle fotos a su sobrina cuando abusaba de ella en estado inconsciente, compartió varias de esas imágenes con otros sobrinos, quienes también guardaron silencio de los abusos, tal como lo hizo la madre de la víctima, quien, al tomar conocimiento de lo que sucedía, le pidió a su hija que se quede callada, ya que le tenía miedo al imputado, dado que tenía rasgos violentos.
Este detalle, y otros más surgen del juicio seguido contra el acusado, un peón rural de 36 años de la localidad de La Viña, quien había llegado al debate en libertad y se fue esposado, pero no a su casa, sino al penal de Villa Las Rosas, donde deberá cumplir una pena de 4 años de prisión impuesta por el juez Raúl Sángari, de la Sala II del Tribunal de Juicio.
El caso, de connotaciones aberrantes, fue denunciado el 2 de noviembre de 2020 por la propia víctima, quien reveló que los abusos sucedieron años antes, entre 2014 y 2015, pero que no los denunció porque era menor y su madre, que sabía de los hechos, no quiso hacer la acusación contra su tío.
En razón de ello, es que tuvo que hacer una investigación propia, tarea en la que fue ayudado por una compañera de la facultad. De las averiguaciones realizadas, a las que accedió InformateSalta, las cuales hizo entre su círculo familiar, pudo establecer que los abusos ocurrieron cuando iba al domicilio del acusado, todos los fines de semanas a la Viña. “Me suministraba en las comidas pastillas de clonazepam, mayormente por las noches y eso me ponía en estado de inconsciencia”, relató.
Explicó que, tras reunir pruebas de lo que su tía hacía con ella, lo enfrentó a través de chats por la red social de Facebook. “Le dije todo lo que me hizo, que había visto de su celular las fotos mías desnuda durmiendo que este me sacaba mientras yo estaba bajo el efecto del medicamento, que también tenía conocimiento de esto mi primo”.
Como respuestas, el acusado “por mensaje me afirma todo lo que yo le decía era verdad”. Sin embargo, al mostrar las pruebas “a mi madre, me pidió que las borre y que me mantenga en silencio, encubriendo todo lo sucedido”. No obstante, se puso en contacto con otra tía, quien era “la encargada de suministrar las pastillas de clonazepam a mi abuelo, y ésta le confirma la falta de dichas pastillas”.
En su pesquisa, la joven descubrió en el placar del acusado, varias prendas interior que le pertenecían, algunas manchadas con flujo. Se trataba de bombachas que “me faltaban cuando yo despertaba”. También “encontré preservativos usados, esmaltes, una remera, todas de mis pertenencias, y una caja grande que contenían las pastillas de clonazepam”.
Los abusos
En cuanto a los abusos, indicó que solía despertar “en la cama de mi tía y cuando abría mis ojos tenía una ropa diferente a la que me acosté al día anterior, y no tenía mi ropa interior puesta”. Otro día, recordó despertar en la cama de su tío, cuando el acusado “me estaba tocando mi vagina por encima del short y también mis entrepiernas”.
En otra ocasión, despertó y se dio con su tío “encima de mí, manoseándome todo el cuerpo, la vagina, los brazos, los pechos, besándome la cara, el cuello. Por el estado en que me encontraba no podía defenderme, sin fuerzas, estaba como muy cansada, no podía abrir los ojos porque se me volvían a cerrar y luego me dormía”.
Entre otros episodios, refirió que “un día desperté a los gritos, y mi prima vino a verme en la habitación de mi tío y me encontró desnuda semidrogada, nerviosa, llorando y vio que había un preservativo tirado en la cama al lado mío” conoció InformateSalta.
Luego de este hecho, es que no volvió más a la casa de sus abuelos y radicó la denuncia que, a la postre, derivó en la condena de su tío.