Pastores evangélicos implicados en el robo de libros
La mercadería sustraída en junio, era reducida, a precios irrisorios, en casi la totalidad de los puestos ubicados sobre calle Lavalle. Victorio y Ricardo Vilardel se habían ganado la confianza de una distribuidora editorial y lo estafaron.
La Brigada de Investigaciones inició una serie de allanamientos en los distintos puestos de venta de una feria de libros usados ubicada sobre calle Lavalle, en pleno parque San Martín, recuperando 500 ejemplares robados. La medida se adoptó tras la denuncia del propietario de la distribuidora editorial “Las Marías”, Fernando Calvo, con domicilio comercial en el barrio Parque Belgrano, quien en el mes de junio descubrió una maniobra delictiva de dos pastores evangélicos, quienes distribuían sus productos en la zona sur de la capital. “Tras la fachada de ser hombres que transmiten la palabra de Dios y escudados como ministros y pastores de la iglesia Betania, del barrio Santa Ana, los hermanos Victorio y Ricardo Vilardel, se ganaron nuestra confianza y en un momento dado de la relación contractual, decidimos trasladar parte de nuestro capital en libros hacia los barrios del sur, entregándole a ellos más de 1200 ejemplares de encuadernación de lujo, de libros culturales de diversos temas, entre ellos algunos éxitos editoriales como “El mágico mundo de las princesas”, del que se vendieron cientos de ejemplares en un solo mes y otros con gran aceptación del público lector, cuya valuación de costo supera los 200.000 pesos”, dijo Calvo a El Tribuno.
“Además -agregó-, les entregamos para que puedan repartir los libros dos automóviles, un Renault Kangoo y un VW 1.500. El problema surgió cuando nos avisaron de una de las oficinas del Registro Automotor, que la utilitaria Kangoo había sido transferida a uno de los Vilardel. Allí comenzamos a sospechar de una maniobra a gran escala. Quisimos recuperar los 1.200 libros dejados en consignación y sólo encontramos 80. Los Vilardel huyeron. Una hacia Mendoza y otro a Tucumán. Una autoridad de la iglesia Betania casi nos corre por poner en duda la honestidad de sus ministros . Igualmente, desde esa iglesia secuestramos los autos y algunos libros”, relató Calvo. “Pero mi sorpresa mayor la encontré en el parque San Martín, donde ubiqué el grueso del robo.
La Justicia ordenó el allanamiento de todos los puestos y ya recuperé unos 500 libros, que se estaban vendiendo a $120 cada uno, cuando su costo es superior a los $ 400”.Por Marianela Pereyra
Fuente: Diario El Tribuno