La NASA confirmó que habrá un apagón mundial por un aumento inusual de la actividad del sol: ¿Cuándo será?
La NASA y distintos organismos internacionales dedicados al monitoreo del clima espacial volvieron a encender las alertas tras detectar un comportamiento inusualmente agresivo en la superficie del Sol.
La erupción más reciente, clasificada como X2.7 —el nivel más alto dentro del sistema de medición—, provocó interrupciones repentinas en comunicaciones de alta frecuencia en Europa, Asia y Medio Oriente. Radios, radares y canales operativos quedaron fuera de servicio durante varios minutos, un tiempo breve pero suficiente para evidenciar la vulnerabilidad de las infraestructuras que dependen de la estabilidad electromagnética.
El incremento de actividad responde al avance del ciclo solar hacia su punto máximo. La región activa que se encuentra orientada directamente hacia la Tierra continúa liberando energía de forma sostenida y ya generó distintos episodios de ionización en la atmósfera superior, especialmente sobre zonas de alta latitud. Los observatorios que registran estas variaciones reportaron fluctuaciones abruptas que pueden multiplicar los efectos de una tormenta solar si un pulso de mayor intensidad alcanza el campo magnético terrestre.
Los especialistas vienen advirtiendo que las eyecciones de masa coronal representan el principal riesgo. Estos estallidos proyectan nubes de partículas cargadas capaces de saturar transformadores, interferir con redes de distribución eléctrica y alterar la electrónica de satélites en órbita baja. Las consecuencias podrían incluir apagones parciales o totales, caídas en servicios de internet, interrupciones en sistemas de GPS y fallas en comunicaciones aéreas. Las tormentas más fuertes incluso pueden generar deformaciones temporales en la magnetósfera, lo que complica la navegación y el funcionamiento de radares civiles y militares.
Las proyecciones de las agencias espaciales señalan entre finales de mayo y los primeros días de junio como el tramo más crítico dentro del ciclo actual. Ese período coincide con el momento en que el conjunto de manchas solares que mira hacia nuestro planeta alcanzará su nivel más alto de actividad. Los modelos anticipan que, si se produce una nueva erupción de categoría similar o superior a la X2.7 reciente, el impacto podría sentirse en distintos continentes al mismo tiempo, con perturbaciones que afectarían tanto la infraestructura terrestre como los sistemas en órbita.
Mientras tanto, los observatorios solares mantienen un monitoreo constante y actualizan en tiempo real la evolución de las manchas activas. La previsión científica indica que el comportamiento del Sol durante esta fase supera los valores esperados, razón por la cual los equipos técnicos recomiendan seguir de cerca los reportes oficiales y prepararse frente a la posibilidad de fallas generalizadas en redes sensibles.
Aunque la magnitud final dependerá del tipo de erupción que se produzca, el margen de riesgo para los próximos días es considerado elevado.
Fuente: ADNSUR