“Motochorros” festejaban sus andanzas con costosas cenas pagadas con tarjetas robadas
Sus víctimas, además de perder importante sumas de dinero y celulares, descubrían a los días que los ladrones, al estilo Bonnie and Clyde, se daban pomposos festejos a costa de tarjetas robadas.
Ella tiene 24 años y él 20. Juntos fueron por un buen tiempo el terror de mujeres de mediana edad, quienes fueron blanco de violentos ataques perpetrados de atracos cometidos, por lo general, al cierre del horario comercial.
Esta pareja de jóvenes ladrones fueron identificados como Jonathan Junior Salas y su novia, Lorena Fernanda Biscelglia Cabrera, quienes residían en una casa del barrio Municipal, de donde fueron detenidos a partir de una serie de pesquisas realizadas por policías de la Comisaría Quinta.
Según lo establecido por las investigaciones, dirigidas por la fiscalía penal 1, Lorena y Junior, solían atacar de noche, apenas pasado el horario de cierre comercial, pues de esa manera evitaban que sus víctimas se presenten en las sucursales de las tarjetas de créditos a denunciar el robo de sus plásticos.
Cada robo era perfectamente planeado por esta pareja, pues en algunos casos, la pareja seguía a sus víctimas desde que salían de sus viviendas, lo que indica que conocían muy bien el movimiento de cada una de las mujeres asaltadas.
Esto surge, por ejemplo, de la denuncia de Silvia Melina Trillard, quien reveló que previo al asalto sufrido a manos de estos jóvenes delincuentes se detuvo en una panadería del barrio Grand Bourg, oportunidad en que vio, al salir de una panadería, a una joven vestida de rosado y cabellos teñidos en el asiento trasero de una moto, la cual era conducida por un joven.
Trillard, agregó en su denuncia radicada el 4 de marzo pasado, que no les dio importancia a los motociclistas sino hasta cuando se detuvo frente a su casa, en el mismo barrio, oportunidad en que los dos jóvenes volvieron a aparecer, pero esta vez para asaltarla.
Según la policía, era ella, Lorena, quien se encargaba de romper el vidrio la ventanilla del acompañante, apoderarse de la cartera de sus víctimas y rápidamente volver a ascender a la moto conducida por su novio, quien de inmediato emprendía la huida.
En el caso de Trillard, así sucedió, con una particularidad especial, pues el robo fue presenciado por su vecina, Silvina, esposa del juez de la Sala I del Tribunal de Juicio, Martín Pérez, quien, obviamente, fue testigo calificado del hecho.
Producto de este robo, Trillard perdió la suma de 5 mil pesos, documentación personal, llaves y tarjetas de créditos. Por la conmoción propia del robo, la mujer no reparó en denunciar telefónicamente el robo de estos plásticos, o bien, lo hizo y no se trabó de inmediato esas cuentas.
"De compras”
A sabiendas de ello, esta joven pareja no demoró y esa misma noche salieron a festejar el atraco junto a amigos y familiares en una sucursal de la cadena de comidas Mc Donalds, donde gastaron más de 650 pesos, según el comprobante de gastos.
De inmediato, la pareja siguió con su modus operandi y se fueron de compras en distintos locales, hasta gastar una suma cercana a los cinco mil pesos. No contento con ello, los novios volvieron por Mc Donalds y gastaron lo que quedaba de margen en las tarjetas de su víctima con otro pedido de hamburguesas.
Esta modalidad tuvo como víctimas otras mujeres, identificadas por la policía como Irma Facini, del macrocentro, quien perdió a manos de esta pareja su cartera, en la cual contenía documentación, llaves, celulares y Tablet, tarjetas de crédito y más de diez mil pesos.
Irma Elisa Escalante Montero, otra víctima, denunció el robo de documentación, tarjetas de créditos y la suma de mil pesos en el barrio Miguel Aráoz. En todos los casos, los robos siguieron la misma modalidad: las víctimas eran atacadas apenas detenían sus vehículos, oportunidad en la que la joven rompía la ventanilla del acompañante, sustraía la cartera y se daba a la fuga en la moto, conducida por su novio.
Al investigar estos robos, el comisario Walter Torres, junto a su personal, hizo blanco en las características de la joven que cometía los atracos, quien siempre vestía de rosa y su pelo teñido era llamativo. Con el correr de los días, las pesquisas llevaron a los policías de la Comisaría Quinta a identificar un domicilio de barrio Municipal, como el aguantadero de estos ladrones.
Al allanar este domicilio, por pedido de la fiscalía, los policías detuvieron a Lorena y Juniors, como así también secuestraron carnés y las tarjetas sustraídas por los “motochorros”, quienes quedaron detenidos y acusados penalmente por los delitos de robo, tres hechos, y siete casos de defraudación con tarjetas de créditos.
Fuente: www.informatesalta.com.ar