Deportes16/12/2015

El chico que jugaba descalzo y puso a River en la final del Mundial de Clubes

Técnicamente es santafesino, pues nació en un hospital de la localidad de Tostado, pero eso sólo fue porque en Cuatro Bocas, donde vivían sus padres, no había un nososomio donde su mamá diera a luz.

Lucas Alario es un chico de 23 años que si bien nació en Tostado, Santa Fe, se crió en Cuatro Bocas, un pueblito del interior de Santiago del Estero con no más de 300 habitantes.

Técnicamente es santafesino, pues uno es "de donde nace", podría decirse, pero eso sólo fue porque en ese humilde poblado no había un hospital o un sanatorio donde su mamá diera a luz.

Sus padres debieron recorrer 50 kilómetros para que naciera en un sanatorio. De niño le gustaba jugar descalzo y mostraba su talento en San Lorenzo, el equipo de su pueblo.

Se probó en Newell´s y no lo llamaron. Un amigo lo llevó a Colón y allí sí quedó, con el detalle de que recién empezó a jugar en inferiores a los 16 años. Ahora, siete años después, vive días de película y con sus goles sigue escribiendo la historia de River.

Él es "el hombre de la película", a quien River en julio le compró el 30 por ciento del pase a Colón de Santa Fe por 1,3 millones de dólares. El club iba a adquirir el 60 por ciento, pero por una anomalía que se detectó en la rodilla derecha del delantero se decidió posponer para junio de 2016 la compra de ese 30 por ciento restante, algo que, se descuenta, River hará.

Hace exactamente un año, Alario convertía uno de los goles para que Colón ascendiera a Primera, tras haber perdido la categoría seis meses antes. Hoy es campeón de América y jugará la final del Mundial de Clubes en Japón.

"Son las cosas lindas del fútbol", dice y no se ruboriza cuando se le comenta que Gerard Piqué dijo el sábado que a Alario no lo conocía: "Es lógico que no sepa quién soy".

"Sigo viviendo un sueño desde el día que me tocó ganar la Libertadores. Siempre veía estas competiciones por tele, y hoy, vivirlas desde adentro es muy lindo y trato de disfrutarlas al máximo", explica Alario, que ya se imagina un duelo contra Barcelona en la final del domingo: "Sería una experiencia hermosa jugar contra Messi, Neymar, Suárez... Algo muy lindo. Esperemos preparar el equipo de la mejor manera".

A los 27 minutos del segundo tiempo del partido de hoy, Alario marcó de cabeza el tanto del triunfo ante Sanfrecce Hiroshima, en una noche (para Japón) que estaba siendo difícil para River.

"En un momento sufrimos, pero en el segundo tiempo lo manejamos. Uno siempre piensa en positivo, que una (pelota) me iba a quedar, y por suerte me quedó y sirvió para ganar el partido. Mis compañeros me felicitaron", contó.