Comedor comunitario guaraní, al borde de cerrar sus puertas

La institución, ubicada en Urundel, asiste a 80 personas, entre niños y ancianos, pero no cuenta con recursos. Venden empanadas para conseguir fondos pero no alcanza. Les prometieron ‘el oro y el moro’ pero luego se olvidaron de ellos. Necesitan ayuda.

Reclamo 22/08/2016

Un comedor comunitario guaraní, ubicado en Urundel, que asiste diariamente a 80 personas, entre niños y ancianos, necesita ayuda para continuar con su loable tarea ya que no cuenta con recursos propios.

Aldo Arrello, cacique guaraní, ante las cámaras de Canal 11 de Salta, explicó que venden empanadas con el fin de juntar dinero para comprar los alimentos y poder cocinar y darles el té a los chicos pero cada día la situación es más complicada.

El cacique hizo hincapié en el esfuerzo que realizan a diario para no cerrar las puertas de la institución: “Nosotros trabajamos haciendo empanadas para comprar la mercadería, las verduras, la carne, para poder cocinarlas para los chicos”, expresó.

Además lanzó duras críticas contra el intendente Néstor Pedroza, quien, según manifestó, en tiempos de campaña firmó un compromiso de ayuda, pero luego se olvidó de ellos. “Se comprometió con nosotros en hacer un buen comedor, un buen baño, y brindar un sueldo a la gente que trabaja aquí, pero no cumplió en nada”, se quejó.

Por último, dijo sentir “un poco de rabia” por el incumplimiento de las promesas. “Vino a prometer a los vecinos casillas, camas, colchones, y hasta aquí no se ha visto nada. Él sabe dónde vivo, cómo me llamo, que venga y hable con la gente”, dijo.

 

 

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