Noelia Garella logra convertirse en la primera profesora titular con síndrome de Down en Argentina

A pesar de las dudas iniciales acerca de su contratación, los docentes y padres decidieron darle la oportunidad de ejercer como maestra de preescolar

Nacional 27/10/2016

Desde que era una niña Noelia Garella soñaba con convertirse enmaestra, sueño que gracias a su lucha y determinación, se ha convertido en realidad. Esto no sería un hecho insólito si no fuera porque la joven es la primera persona con síndrome de Down que trabaja como maestra de preescolar en Argentina.

'La Noe' como le llaman sus alumnos, se graduó en el 2007 como maestra de preescolar en la ciudad argentina de Córboba y empezó a trabajar en el 2012 de encargada del programa de estimulación temprana a la lectura en el jardín de infancia Capullitos.

Alejandra Senestrari, exdirectora de la escuela, dice de la joven: "Muy rápido nos dimos cuenta de que tenía mucha vocación y daba lo que más aprecian los niños de las salas maternales, que es el amor".

UNA PROFE IDEAL

Solo hay que verla con los pequeños para entender las palabras de Alejandra, su autoestima, vitalidad y amor por sus alumnos, la convierten en la maestra perfecta.

LAS DUDAS ACERCA DE SU CONTRATACIÓN

Pero al principio no fue fácil, la contratación de la joven generó ciertas dudas entre la comunidad de padres, docentes e incluso del propio alcalde de la ciudad, acerca de si una persona con síndrome de Down estaba capacitada para hacerse cargo de unos niños. Al final decidieron darle la oportunidad de ejercer como maestra de asignaturas especiales, como los talleres de lectura temprana.

"Con el tiempo, esa gente (que se resistía) acompañó la iniciativa de sumar a Noe como docente", apuntó Senestrari, supervisora de los preescolares municipales.

Susana Zerdan, directora de Jeromito, sostiene "que ha sido unaexperiencia única en el equipo. La integración y la naturalización con las que la asumen los chicos para nosotros ya es una enseñanza de vida".

"Nos dijeron que iba a haber una maestra con síndrome de Downy que no nos asustáramos, pero a mí me pareció normal y me pareció muy buena la idea de que pueda compartir con los chicos", sostuvo Ariel Artino, padre de uno de los pequeños.

SU CONSEJO: SABER ESCUCHAR

"Con los niños siempre me siento bien, sus padres me adoran y las otras maestras y las directoras que he tenido son unas divinas", asegura Garella. "Yo lo que quiero es que lean, que escuchen, porque en la sociedad hay que escuchar", añade la profesora que desde enero, junto a otra maestra, está a cargo de la sala de primer año en el Jardín Maternal Jeromito.

El optimismo y autoestima de Noelia Garella hace que siempre se quede con el lado bueno de las cosas, por eso, explica con una amplia sonrisa el día en que una directora de un jardín de infancia le dijo a sus padres: "Aquí, señores, monstruos no, síndromes de Down, no". "Esa maestra para mí es como el cuento que les leo a los chicos: un monstruo triste, que no entiende nada y se equivoca, en cambio yo soy el monstruo feliz", declara.

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