Caso Jimena Salas: un llavero de Gimnasia y Tiro que abre muchas conjeturas

En el nuevo afiche que apareció en torno al caso, surge un detalle que no pasa desapercibido: “Es posible que el sospechoso utilice anteojos recetados y sea simpatizante de Gimnasia y Tiro”. Este último dato, achica, sin dudas, el radio de implicados.

Justicia 27/05/2018
llavero jimena salas

“¿Te das cuenta, Benjamín? El tipo puede cambiar de todo: de cara, de casa, de familia... de novia, de religión, de Dios... pero hay una cosa que no puede cambiar, Benjamín... no puede cambiar... de pasión.”.

Con esta frase, que en la película el “Secreto de sus Ojos”, sale de la boca de Guillermo Francella, quien interpreta a Pablo Sandoval, el acto destraba la investigación de un crimen que llevaba años estancado, y que parecía imposible de resolver.

Francella se lo dice a Benjamín Espósito (Ricardo Darín), otro personaje de la película que le dio a Argentina su segundo Premio Oscar. Luego de ello, el filme presenta una escena en la que Sandoval y Espósito, con la policía, atrapan al asesino en el mítico cilindro de Avellaneda.

Al margen de los detalles de ficción de esta película, el afiche difundido en los últimos días en el caso Salas, es imposible no citarlo cuando en el mismo se advierte la mención de que el sospechoso, probable asesino de Jimena Salas, “sea simpatizante de Gimnasia y Tiro”.

Si bien el club salteño no puede compararse al decano de la Academia, los colores de sus respectivas camisetas son los mismos. Y nada descarta que efectivamente este sujeto no haya podido cambiar de “pasión” y que todo este tiempo haya estado o se encuentren junto a otros tantos hinchas del “albo”.

Los investigadores llegaron a esta conclusión al echar un vistazo a las fotos que la víctima, Jimena Salas, logró tomar de su asesino cuando éste se presentó en su casa con el cuento del perro extraviado, y con este ardid intentaba quebrar su confianza e ingresar a su casa,  probablemente con fines de robo.

Al hacer foco en los lentes que se advierten en una de esas fotos, en ninguna de las dos aparece el rostro, los policías se dieron que por debajo de los anteojos resaltaba un escudo que iba aferrado a un llavero,  el que colgaba de la cintura.

El detalle no fue pasado por alto y fue sometido al rigor científico hasta que se determinó que se trataba de un escudo del club Gimnasia y Tiro, con lo cual el abanico de sospechosos podría reducirse, sin que esto sea un dato desmerecedor para los hincas de dicho club.

 

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