Budi Helados se desvinculó del hallazgo de marihuana en uno de sus transportes

Hoy por todos los medios salteños surgió la noticia sobre la detención de dos jóvenes a bordo de un utilitario pertenecientes a la la heladería Budi Crema Helados, empresa del norte provincial.

La detención se produjo tras el hallazgo de más de 200 paquetes de drogas en heladeras portátiles y bolsas de arpillera. Ante la noticia y la foto que circulaba por todos los medios donde se exponía la firma, la dueña de la empresa  familiar Mónica Bressin se comunicó a DNI Salta y dijo que, el chico de 19 años,  al que detuvieron lo habían empleado hace meses y que conocían a su familia.

Por teléfono además dijo que  “Es triste, es doloroso, esto repercute en toda una familia que viene de años con los helados. La gente saca sin pensar la marca, no sabes si es el dueño, si es el empleado, pero siempre recaerá en el titular. Hay gente en Santa Victoria que ni sabes y está metida en la droga, es zona roja. Gendarmería nos conoce porque viajamos por el norte, jamás tuvimos un drama. Hoy pasamos como si nada. Mi marido está destrozado",

Agregó que nunca se imaginaba a quién en realidad habían contratado

"Era un chico de 19 años muy educado, conocí a su mamá, a sus hermanos. Me parece raro que traiga 185 kilos de marihuana. Debe haber pasado una vez, le habrá salido bien, y se confió. Lo doloroso es que esto nos costó años, no tenemos horarios, hasta las 2 de la mañana trabajamos para salir adelante, para tener una vida mejor. Y por un mocoso de 19 años en un día se nos dio vuelta todo, el curriculum, el respeto que sembramos en años se tira todo a la basura", se lamentó Mónica.

Enfurecida amenazó "Yo lo veo al chico este y lo mato a palos, porque no sabe el daño que está haciendo a mí, a mi familia", expresó Mónica en un momento de rabia, para luego agregar:

Concluyó: "En estos momentos me interesa únicamente que mis hijos caminen con la frente en alto como caminaron siempre. Recibimos el apoyo de mucha gente de Santa Victoria, que nos conocen y saben quiénes somos. Hasta la gente de Gendarmería saben quiénes somos. Si estaríamos en las malas ya estaríamos tras las rejas. Pueden escarbar cualquier cosa, estoy muy tranquila, pero muy dolida a la vez",