Una mujer con cáncer denuncia la falta de cobertura de Bramed

Se trata de Blanca Torres quien sostiene que no recibe las prestaciones de la prepaga. "Me veo en la necesidad de dar a conocer públicamente el inescrupuloso proceder de mi prestadora de servicios de salud” dijo.

Reclamo 27/02/2019
blanca torres

Una mujer con discapacidad, de 45 años, que sufre cáncer, viene denunciando padecimientos burocráticos, una batalla legal y la desatención por parte de una obra social para obtener autorizaciones de estudios, prótesis y cirugías.

"Me veo en la necesidad de dar a conocer públicamente el inescrupuloso proceder de mi prestadora de servicios de salud, la prepaga, Bramed SRL (la cual opera con el respaldo de la Obra Social de Capataces y Estibadores Portuarios), en relación a las prestaciones solicitadas a la misma para tratar mi enfermedad actual, un cáncer de parótida avanzado", dijo Blanca Torres a El Tribuno.

La damnificada fue diagnosticada con este tipo de cáncer en mayo de 2008, operada y tratada luego con radioterapia.

"En octubre de 2017, siendo afiliada a Bramed, me detectaron una recidiva local (un nuevo tumor localizado en la misma zona del tumor original, del lado derecho de mi cara) y en abril de 2018, una metástasis ósea localizada en la cadera derecha", relató la mujer.

"Cada uno de estos momentos estuvo marcado por una agotadora pelea con la prestadora Bramed para conseguir la autorización de los estudios, prótesis y las cirugías indicados. Tuve que afrontar numerosos trámites administrativos, trabas, chicanas y un largo intercambio de cartas documento, para poder concretar los tratamientos", destacó Torres.

Aseguró que entre la indicación del tratamiento, con carácter de urgente, por parte de los médicos y la autorización por parte de Bramed, hubo demoras de meses lo que representó una pérdida de tiempo valioso en un diagnóstico como el suyo.

"En octubre de 2018 se me indicó radioterapia en el fémur derecho. Nuevamente Bramed puso trabas y demoras, a tal punto que tuve que interponer un amparo judicial, en el que el Juzgado actuante se tomó 45 días para emitir sentencia, con lo que finalmente pude iniciar el tratamiento, en la ciudad de Salta, en el mes de enero del corriente año. Fue una larga y angustiosa espera, en la que comprobé que lo urgente, para estos organismos, no existe", dijo Blanca Torres.

Además Torres, dijo que mientras estuvo en tratamiento de radioterapia, los estudios de control indicados por su oncólogo de cabecera, en el mes de enero, revelaron un nuevo tumor en la cara, con compromiso del ojo derecho, razón por la cual el tratamiento indicado es una vez más, urgente.

"Tengo indicada una derivación al Centro Deán Funes, de la ciudad de Córdoba, ya que, según lo expresado por mi médico tratante, es el único en el país que cuenta con la tecnología necesaria para realizarlo. Es un tratamiento complejo mediante radiación, indicado en este caso, por tratarse de un tumor inoperable", detalló Torres

El 30 de enero pasado, presentó ante Bramed la documentación necesaria para la derivación con carácter de urgente. "El día 5 de febrero fueron intimados judicialmente para dar cumplimiento inmediato y a pesar de ello, hasta la fecha no cuento con la debida autorización. Diariamente llamo a las oficinas de Bramed en Salta capital y Córdoba capital, como así también he enviado correos electrónicos, recibiendo como respuesta que aún, habiendo transcurrido más de 25 días, carecen de novedades en cuanto a la autorización", expresó Torres a El Tribuno.

Torres informó también que las personas que tienen la responsabilidad de autorizar el tratamiento son: el auditor médico Guillermo Montes, y la Gerente Carolina Rebagliati, ambos de la ciudad de Córdoba.

Torres aclaró que con esa misma prestadora tiene en curso un juicio penal por desobediencia judicial en una causa anterior, derivada del incumplimiento en cuanto a provisión de elementos ortopédicos.

Sumado a toda la situación anteriormente mencionada, Torres contó la burocracia con la que se maneja la prepaga. “Hay un procedimiento que es el siguiente; cuando uno presenta una derivación o un pedido médico, de la índole que sea, presenta la documentación, ellos la reciben y todo queda en nada por un lapso de diez o quince días.

Ellos responden que están en auditoría y a los diez o quince días, nuevamente, ellos llaman, pidiendo un nuevo papel (o documentación) y todo queda en la nada, esto significa empezar de cero el trámite”.

La víctima manifestó que este es un comportamiento habitual de la prepaga. “Es parte de su procedimiento para prolongar las autorizaciones pertinentes, lo cual demuestra que actúan con mala fe”, dijo.

Finalmente, Torres, expresó que “mi caso, lo quiero dar a conocer, porque no me gustaría que a otra gente le pase lo mismo. Necesito ese tratamiento para poder volver a trabajar y retomar mi vida normal”.

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