Iruya: Condenan a la provincia y a una maestra por la muerte de un niño

La familia de un niño que murió en 2007 tras caer a un barranco cuando estaba dentro de la Unidad Educativa 4344 en Iruya, tuvo que litigar durante 12 años para obtener una condena resarcitoria tras una pérdida irreparable.

Ahora la Sala Tercera de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial confirmó la sentencia que hizo lugar una demanda por daños y perjuicios condenando a la Provincia de Salta y a una docente, concurrentemente, a pagar 250 mil pesos en concepto de capital e intereses por un hecho ocurrido hace doce años.

Aquel  15 de junio de 2007 el niño estaba en la escuela donde asistía al Jardín de Infantes. Había ingresado a la hora del almuerzo, pero le perdieron el rastro hasta ser encontrado sin vida en un barranco adyacente.

Tras conocerse la sentencia, la provincia apeló considerando que hubo un error en la valoración de los hechos aduciendo que el niño no se encontraba al momento del hecho al cuidado de la escuela.

A lo que los jueces María Silvina Domínguez y Marcelo Domínguez contestaron  que los padres delegan el cuidado, control y vigilancia de los niños en el momentos en que los menores ingresan a los establecimientos educacionales, a  tales fines la determinación del horario escolar debe interpretarse de manera  flexible, es decir, que se debe comprender los momentos previos al horario de ingreso y posteriores a la salida de la jornada escolar.

Según el acta de defunción, la muerte del niño se produjo a las 15.30, vale decir dentro del horario en el cual debía estar en la escuela. La madre del niño argumentó las deficientes de seguridad del establecimiento que facilitaron que no se advirtiera la salida del lugar.