Carta de un rugbier: "Fuimos nosotros. Basta de encubrir..."

La publicación, en la que se hace cargo de la situación, se viralizó en cuestión de minutos en todas las redes sociales.

Medios 23/01/2020
carta

En las últimas horas, se viralizó una carta publicada por Tomás Hodgers, jugador de Atlético del Rosario, donde se encuentra una reflexión y autocrítica acerca del crimen de Báez Sosa (y todos los perpetrados por rugbiers).

Se titula "Sí, fuimos nosotros" y, entre otras cosas, pide que todos los que forman parte del ecosistema del Rugby se hagan cargo de las acciones de sus pares.

La carta dice así:

Sí, fuimos nosotros.
"Nadie se animó a decir que fuimos nosotros. Nosotros, los que vivimos en el hermético mundo del rugby, nos convencemos de que no tenemos nada que ver con diez u once loquitos que le pegan en el piso a un pobre pibe hasta matarlo. Nos desentendemos. Eso viene de casa, decimos para sentirnos mejor. Nos indignamos porque creemos que nos estigmatizan, que nos ponen a todos en una misma bolsa e intentamos impetuosamente mostrarle a la sociedad que tan equivocada está con ese prejuicio. Argumentamos que nuestros valores son superlativos y que no existe deporte más digno y honorable que el nuestro. Decimos que es un deporte de bestias jugado por caballeros y se nos infla el pecho.

Nos llenamos la boca hablando de Nelson Mandela y del respeto al árbitro, del tercer tiempo y de la camaradería. De la buena fe dentro de una cancha y del respeto a la autoridad. Nos creemos el ejemplo y nos creemos moral y físicamente superiores al resto. Es por este narcisismo colectivo, por este convencimiento ficticio que tenemos de nosotros mismos que nadie, ni una sola persona en el ambiente rugby se animó a decir que fuimos nosotros.

Nadie se hizo cargo ni pidió perdón. Pero sí, fuimos nosotros, los que habitamos el diminuto mundo del rugby, los que formamos a once desquiciados que mataron con saña y odio a un pendejo indefenso. Lamentablemente también eran nuestros los acusados de violar entre cinco personas a una chica en La Plata, y los que golpearon salvajemente a un linyera en Olivos porque estaban aburridos. También eran colegas los que abusaron de una chica en Miramar, los que le desfiguraron la cara a un pibito en Quilmes por chocar un auto y los tucumanos que casi matan a un empleado de un boliche en Pinamar. Es jugador de rugby, también, el rosarino al que filmaron golpeando salvajemente a su novia y que hoy camina como si nada hubiese pasado. Digámoslo, fuimos nosotros."

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