Tras mantener una nueva reunión con todos los gobernadores, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, anunció que toda la Argentina va a pasar a la fase de Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (DISPO), con excepción de Bariloche, en Río Negro y Puerto Deseado, en Santa Cruz.
En la oportunidad, señaló que en las últimas dos semanas se registró una clara mejoría en la situación tanto en el AMBA como en todo el país. “Hemos verificado que en las últimas dos semanas la cantidad de casos y contagios han caído sensiblemente aproximadamente un 30%”, sostuvo.
No obstante, aclaró que el trabajo no ha concluido. “Todavía tenemos por delante un trabajo muy importante, la pandemia está lejos de haber sido erradicada"
Por otro lado, señaló que es muy posible que América Latina y la Argentina también deban enfrentar una segunda ola cuando inicie el otoño. “Lo que ocurrió en Europa fue que al llegar el verano hubo un relajamiento social muy grande y se enfrentaron a esta segunda ola en condiciones difíciles"
Respecto de la vacuna, Fernández dijo que en su administración “estamos viendo cómo construir junto a los gobernadores la infraestructura necesaria para poder vacunar a todas las personas en riesgo entre enero y febrero, de modo tal que en marzo, cuando el otoño llegue, toda la población en riesgo esté inmunizada”.
“Estamos en negociaciones para comprar vacunas que estarían disponibles en marzo, y trabajamos a todo vapor con Rusia para que entre enero y febrero podamos vacunar a alrededor de 10 millones de argentinos”, amplió.
Finalmente, dijo que Argentina, con mucho esfuerzo, puede vacunar por mes a entre 4,5 millones y 5 millones de argentinos. “Tenemos que hacer todo el esfuerzo para que esos argentinos puedan vacunarse en enero y febrero”.
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