El sujeto que drogó y violó a una empleada en Buenos Aires es salteño

Justicia 28/01/2021 InformateSalta InformateSalta
Acusado de Abuso
El acusado

Fuentes judiciales confirmaron en exclusiva a InformateSalta que Irineo Humberto Garzón Martínez, el comerciante que es eje de un escándalo nacional por haber sido liberado tras cometer un grave delito sexual en perjuicio de una joven venezolana en Buenos Aires, es salteño. 

Se cree que emigró a Buenos Aires hace aproximadamente 15 años, donde desarrolló varias actividades, aunque finalmente se estableció como comerciante del rubro textil.

Hoy con 35 años, Garzón Martínez es motivo de un gran escándalo por la decisión de la jueza Karina Zucconi, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 15, quien el fin de semana pasado, luego de que el comerciante fuera detenido por la violación de una joven empleada que había engañado con una promesa de trabajo, decidió dejarlo en libertad.

Mensajes

En respuesta a esta medida, familiares y amigas de la joven, de nacionalidad venezolana, iniciaron una fuerte campaña mediática y por las redes sociales en repudio por la liberación del Garzón Martínez, decisión que también fue apelada por la fiscal Silvana Russi, a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 41, pedido que aún no se resolvió.

De acuerdo al expediente, el victimario declaró un domicilio fijo en el partido de Mataderos, donde afirmó vivir con su hermana desde hace más de 14 años, quien lo habría cobijado tras llegar desde Salta. La fiscalía, sin embargo y en su planteo de apelación, aseguró que el acusado no reside en dicho lugar.

Abuso

Inició varios chats de conversación con la joven venezolana, otra foránea, quien aspiraba a un puesto de trabajo. En los mensajes que cruzó con su víctima, a través de Facebook, se advierte claramente que Garzón Martínez buscaba jovencitas, sin novio ni tampoco estudiantes.

De esta manera, el sábado pasado, la víctima se acercó al local a las 9 y se presentó con Garzón Martínez, quien le mostró cuales eran las tareas y le aclaró que cerca de las 13, cerraban. Llegada esa hora, el acusado le ofreció un vaso de agua, tras lo cual la joven comenzó a sentirse mal, aunque alcanzó a alertar a sus familiares.

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