El hombre abusó sexualmente de su hija, desde que ella tenía cuatro años y lo hizo en distintas oportunidades cuando la madre de la menor se ausentaba del hogar.
Por eso, el juez Ricardo Hugo Martoccia de la Sala I del Tribunal de Juicio de Tartagal, lo condenó a la pena de dieciocho años de prisión de ejecución efectiva por resultar autor de los delitos de abuso sexual sin acceso, abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual con acceso carnal.
El regulador, exigió además que se extraigan muestras genéticas del condenado para ser inscripto en registros nacionales y provinciales de abusadores por delitos contra la integridad sexual.
Al finalizar la audiencia, el abusador fue trasladado a la cárcel de Tartagal. Su identidad no fue revelada para preservar la identidad de la víctima menor de edad.