La canasta básica aumentó un 2,6% en octubre, según se informó en los resultados de la CBT, para que una familia promedio (dos adultos y dos niños) no caiga en la línea de pobreza, sus ganancias deberían rondar los $72.365.
La canasta de alimentos se ajustó 3% y acumuló una suba de 49,3% en los últimos doce meses. Para no ser considerado indigente, un hogar necesitó en octubre tener $30.925 de ingresos. Los dos indicadores, tanto la Canasta Básica Total como la Canasta Básica Alimentaria, tuvieron un aumento menor al de la inflación de ese mes, que fue de 3,5 por ciento.
La canasta alimentaria, configura la línea de indigencia también, con lo que su promedio siempre será menor al de la canasta básica familiar. La canasta básica y la alimentaria son decisivas para medir el impacto de la crisis económica en los indicadores sociales.
Además, habría que agregar que la pobreza fue del 40,6% en el primer semestre del año, mientras que la indigencia alcanzó al 10,7% de la población, según el Indec. De esa manera, la pobreza afectó a 18,8 millones de habitantes y la indigencia a casi 5 millones, según informa Infobae.
Con una inflación agobiante, el gobierno nacional presentará su “Programa Económico Plurianual” que presentará próximamente en los primeros días de diciembre, para que también se pueda combatir a la inflación que se dice que escalaría al 50% a fin de año.
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