Para evitar una crisis energética, el gobierno negocia con Brasil y Bolivia una mayor provisión gas

El gobierno nacional negocia con Brasil y Bolivia para aumentar la provisión de gas hacia la Argentina para evitar el desabastecimiento y la crisis energética en los meses invernales.

Ante un pronóstico desalentador, el Ejecutivo busca asegurarse el suministro eléctrico durante el invierno, ya que el gas es la fuente primaria de más del 60% de la electricidad que genera la Argentina. 

El ministro de Economía, Martín Guzmán, y el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, se pusieron al mando de las negociaciones luego de acceder a informes privados y técnicos que advertían sobre el desbarajuste energético en el país, que se asentuó con la invasión de Rusia en Ucrania. 

Guzmán se reunió en Francia, donde viajó para prorrogar el pago de vencimientos con el Club de París, con el titular de Minas y Energía brasileño, Bento Albuquerque, con quien habló sobre la posibilidad de que libere hasta dos millones de metros cúbicos diarios del gas que le compra a Bolivia, para que ese país aumente sus ventas a la Argentina, lo que tiene ser autorizado por Brasil.

Scioli, por su parte, le habría insistido a Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, para que autorice la operación. Este diálogo también serviría para mejorar la relación de dicho mandatario con Alberto Fernández.

Guzmán también habló con su par brasileño, Paulo Guedes, y el viernes próximo viajará a San Pablo y Brasilia, para intentar cerrar el acuerdo.

A su vez, el jueves, el ministro acompañará a Fernández cuando este reciba la visita del presidente de Bolivia, Luis Arce.

La liberación de hasta dos millones de metros cúbicos diarios de gas para que Bolivia aumente sus ventas a la Argentina permitiría disminuir las compras argentinas de Gas Natural Licuado (GNL) por barco, que son más caras.

Además, el gas que llega de Bolivia asegura un mejor abastecimiento de las provincias del noroeste, lugares a los que no llega por gasoductos ni el gas de Vaca Muerta ni el que, arribado como GNL por barco, se regasifica e inyecta al sistema desde los puertos de Bahía Blanca y Escobar.

 
Fuente: con información de Infobae y Perfil.