El último femicidio del 2022 en la provincia de Mendoza se registró horas antes del brindis por el Año Nuevo en el asentamiento Castro de Guaymallén.
La víctima, identificada como Verónica Angélica Figueroa, tenía 40 años y fue acribillada de tres disparos con una pistola calibre 9 milímetros.
De acuerdo con la información policial, el autor del ataque fue su esposo, llamado Carlos Estanislao Tapia (51), quien luego se quitó la vida de un tiro en la cabeza.
Al parecer, el arma de alto calibre utilizada por el matador, quien tenía un amplio prontuario policial, fue sustraída por malvivientes de la zona antes de que las autoridades llegaran a la escena.
La causa quedó a cargo del fiscal de Homicidios Carlos Torres, quien lideró las actuaciones en el teatro del hecho.
Fuentes allegadas al caso relataron que alrededor de las 20.30, personal de Infantería que se encontraba en un puesto fijo de calles 9 de Julio y Castro, fueron alertados por un vecino sobre una agresión con arma de fuego contra una mujer dentro la citada villa guaymallina.
Ante eso, se dirigieron hacia el interior del complejo y constataron que en dentro de una casa de la manzana yacía la víctima, quien presentaba tres balazos, uno con orificio de entrada por un ojo.
A unos 200 metros de allí, dieron con el cadáver de su marido, quien había fallecido de un disparo en la cabeza, que le había ingresado por la boca, detalla la información.
Las averiguaciones practicadas en el lugar con los vecinos de la pareja, sumado a los trabajos de los peritos en la escena, permitieron establecer que se trató de un femicidio seguido de suicidio, agrega.
Si bien Tapia no contaba con denuncias previas por violencia de género, testigos sostuvieron que la mujer era víctima de maltratos desde hace tiempo por parte de su esposo. Además, el hombre contaba con numerosos antecedentes por delitos contra la propiedad y las personas.
Por su parte, no se logró dar con el arma homicida, ya que maleantes que residen en el asentamiento aprovecharon la situación para sustraer la pistola calibre 9 milímetros, previo a la llegada de los primeros policías a la vivienda.
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