El ex asesor de Evo Morales podría quedar libre

Walter Chávez Sánchez, ex asesor del presidente de Bolivia Evo Morales, presentó los papeles solicitando ser refugiado político en Argentina. Era buscado por terrorismo en Perú.

Policiales 21/03/2016

Podría ser una cuestión de horas que Walter Chávez Sánchez, el exguerrillero peruano detenido la semana pasada en Salta y reclamado por su país, quede libre o siga detenido. El jueves el defensor oficial Martín Bomba Royo, quien lo representa, realizó el pedido para su excarcelación ante el juez federal 2, Miguel Antonio Medina, quien entiende en la causa iniciada a raíz del pedido de captura internacional que había solicitado Perú.

"Hemos planteado la excarcelación dado que le dieron la residencia precaria y ya se ha solicitado asilo político", explicó el letrado. La solicitud para quedarse en Argentina bajo protección fue presentada formalmente ante la Comisión Nacional de Refugiado Político, que depende del Ministerio del Interior. "Si le dan el carácter de refugiado político entonces ya no corresponde la extradición", aclaró Royo.

La acusación

Chávez Sánchez, periodista de profesión, es requerido por Perú, en una causa por terrorismo. Está acusado de ser el financista del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA), el segundo grupo guerrillero que más víctimas se cobró en su lucha en las décadas del 80 y 90 en el país, detrás de Sendero Luminoso.

Es acusado porque habría extorsionado a dos empresarios a nombre del MRTA cursando cartas y llamadas telefónicas de amenazas. En 1990 fue arrestado y los dos industriales que habían sido sus víctimas, lo reconocieron porque le habían dado dinero. Poco tiempo después huyó de Perú y se refugió en Bolivia.

En varias oportunidades, Chávez Sánchez rechazó los cargos de terrorismo y aseguró que no existen pruebas sobre su participación en los hechos que se le imputan.

Repercusión en Bolivia

En 2007, la Fiscalía peruana reactivó la causa contra Sánchez y solicitó su extradición al Gobierno de La Paz, que para entonces estaba en manos ya del presidente Evo Morales. Luego de un año de dictámenes y gestiones, la Corte Suprema de Justicia de Bolivia negó la extradición. No fue casual. En esa época Chávez Sánchez ya era el encargado de comunicaciones de Evo Morales y había sido su jefe de campaña en la contienda que lo llevó a la Presidencia de la Nación en 2006.

En 2014, el exguerrillero peruano trabajó como coordinador de campaña del partido de Evo Morales -el MAS- en las elecciones generales que le permitieron un segundo mandato al frente del Ejecutivo boliviano. El año pasado se distanció del Gobierno aduciendo problemas con los hermanos Álvaro y Raúl García Linera (Álvaro es vicepresidente de la Nación). Según una versión, entre las diferencias figuran denuncias por corrupción.

Distante del MAS, Chávez Sánchez trabajó en Bolivia en la agencia de publicidad Gramma, que tiene entre sus principales clientes a Samuel Doria Medina, jefe del partido opositor Unidad Nacional. En el oficialismo boliviano sospechan que la derrota en el referéndum constitucional de febrero pasado se debe a que el exasesor filtró la información sobre la relación de Evo Morales y la exgerenta comercial de la empresa china CAMC, Gabriela Zapata. Con esta mujer, se supo que Evo tiene un hijo de 8 años que él no había reconocido. Luego, Chávez escapó del vecino país a la Argentina, habría ingresado en forma clandestina por la zona de Orán. El martes se presentó en la Policía Federal de Salta para solicitar asilo político y quedó detenido.

Fuente: El Tribuno

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