Un hombre salvó su vida de milagro luego de rociar un líquido inflamable a la parrilla mientras preparaba un asado.
Todo ocurrió en una vivienda de Sydney, Australia cuando el “peor asador del mundo” intentó hacer una broma y por supuesto, le salió mal.
A causa de ello, aún se encuentra internado debido a las graves quemaduras que sufrió en uno de sus brazos,según informó el sitio Telefe Noticias citando a Daily Mail.