Se trata de Nicolás Arsenio "Baroncho" Armoa de 44 quien era chofer de una ambulancia. El abuso fue cometido en un una pieza que la joven estudiante de enfermería alquilaba. Ella se defendió en un segundo ataque apuñalándolo. Recibió prisión domiciliaria por 7 años por ser diabético.
Se trata de César Ernesto Cejas de 46 años, quien trabaja en la empresa Alto Molino y a pesar de no haber reconocido nunca a su hija, su madre permitía el contacto. Las sometía a ambas bajo amenazas. Fue condenado a 8 años de prisión.