Homosexualidad: Un joven respondió con dureza las declaraciones de Olmedo

El diputado Nacional Alfredo Olmedo manifestó días atrás que Néstor Kirchner había fomentado la homosexualidad en las escuelas. Un joven escribió una carta abierta para responderle.

Sociedad 15/09/2016

Nuevamente generaron polémica las declaraciones del diputado Alfredo Olmedo, quien el martes 13 acusó al difunto ex presidente Kirchner de fomentar la homosexualidad en las escuelas, de ir contra la Iglesia, impulsar el consumo de bebidas alcohólicas y drogas, y promover la “estupidización” del pueblo a través de los canales de televisión. “Todo lo que hizo Néstor Kirchner quiebra la familia”, fueron sus palabras.

Luego de que sus declaraciones se viralizaran, un ciudadano le contestó con una carta abierta en Facebook, donde se explayó con dureza sobre las opiniones del legislador.

Entre los párrafos, Meillard le recomienda a Olmedo que reflexione antes de hablar con los periodistas y le explica que la homosexualidad no puede fomentarse, porque "no es una plantita que crece cuando se la riega. Lamentablemente, y por el contrario, sí puede ocultarse, y sí puede negarse; puede oprimirse", dice el joven.

Texto completo:

“Sr. Olmedo: No puedo más que sentirme consternado al leer sus declaraciones del día martes 13 de Septiembre; habló del aborto, del servicio militar, de la familia, y de la homosexualidad en las escuelas. Recordaré, luego de esto, que al "no te cases, ni te embarques" que dicta el refrán de los martes trece, habría que agregarle algo como "y reflexiona un poco si vas a hablar con algún periodista".

Usted dice que los jóvenes argentinos tenemos más derechos que obligaciones: ¿derechos de qué tipo, dice usted?. Porque yo no dejo de ver a jóvenes luchando por el derecho a la propiedad que no tienen. Así como tampoco dejo de ver jóvenes buscando los trabajos dignos que no encuentran; y muchísimo menos dejo de enterarme de jóvenes a los que las circunstancias personales y la ausencia del Estado los ha llevado a no poder estudiar hasta el nivel que ellos hubiesen querido. ¿Qué poca cantidad de obligaciones, y que tantísimos derechos nos han heredado ustedes a nosotros, los jóvenes, señor Diputado? Sabrá usted responder a esa pregunta. Por lo pronto sé que nos han heredado la necesidad de construir un mundo menos hostil, con los jóvenes y con los viejos.

Habló también sobre la relación que tenemos los jóvenes con la droga, la inseguridad, y la violencia: resaltó como positivo que en el vecino país de Bolivia, el servicio militar sea obligatorio.

En principio le diría que pretender que los jóvenes nos hagamos cargo de los problemas de las drogas, la violencia, la inseguridad, es negarse hacia ustedes, los que tienen más experiencia, la enorme falla que han venido teniendo en materia social y comunitaria”.

En cuanto al Servicio Militar Obligatorio, es cierto, sí, que los jóvenes necesitamos más educación; pero la educación de las aulas, señor Diputado; ya Nunca Más la educación de las botas y los cuarteles. Sabemos en qué deriva todo eso: y sin embargo es penoso reconocer que el Servicio Militar Obligatorio es al día de hoy una ley nacional vigente, y que apenas se encuentra suspendida por un decreto del ex Presidente Carlos Menem.

En ese sentido es necesaria la pronta aprobación de la "Ley de Derogación del Servicio Militar Obligatorio", presentada e impulsada en el Congreso Nacional por las Juventudes Socialistas de Argentina.

Habló usted de "fomentar" la homosexualidad.

La homosexualidad no es algo que pueda "fomentarse"; no es una plantita que crece cuando se la riega. Lamentablemente, y por el contrario, sí puede ocultarse, y sí puede negarse; puede oprimirse.

Eso ha pasado prácticamente siempre y hasta ahora: la opresión y la vulneración histórica de los colectivos sexualmente minoritarios, que como cualquier otra minoría, han tenido que soportar el mal trato y la degradación de las mayorías autoritarias. Esa opresión o vulneración, generalmente, comenzaba y comienza en las escuelas: esas donde según usted fue promovida la homosexualidad de la mano del ex Presidente Néstor Kirchner.

Allí no se "promovió" a la homosexualidad: se la respetó. En los últimos años se pudieron convalidar legalmente muchos derechos, pero fundamentalmente, aquello repercutió en la opinión pública, y se dieron muchos debates que permanecían "en el armario": el aprendizaje llegó también a las aulas, Diputado.

En las aulas no se fomenta la homosexualidad (aunque sí en muchos lugares se fomenta su odio), se le comienza a dar espacio, espacio que siempre se le negó. No es fomento, es respeto. El mundo no se está volviendo gay: el mundo está aceptando que, entre tantas otras cosas, también es gay. Porque somos todxs parte del mismo mundo; y el mundo es lo que entre todxs somos como conjunto.

En cuanto al aborto, usted sostuvo que siempre estaba a favor de la vida: pretendiendo decir con ésto que no está de acuerdo con los abortos legales, seguros, y gratuitos (abortos que, aunque sean ilegales, existen).

Entiendo entonces que usted prioriza la "vida" de los "por nacer", sobre la idea de salvar a las miles de mujeres pobres que mueren en clínicas clandestinas todos los años por prácticas abortivas no seguras (las ricas también abortan, pero en sanatorios profesionales donde no mueren). Y entonces aquí quisiera preguntarle sobre la Ley de Fertilización Asistida que usted mismo presentó, con la que estoy totalmente de acuerdo y a la que observo como una maravillosa práctica de la modernidad porque me despojo de la idea de que esos embriones que manipulan sean "niñxs por nacer" (de la misma manera que creo que una semilla no es un árbol).

Sin embargo estando muy de acuerdo con esa ley, no puedo dejar de observar cierta hipocresía en su postura sobre la "vida del no nacido", ya que en el caso de la fertilización asistida, aquellos "por nacer" son ya millones de embriones congelados en sanatorios distribuidos por todo el país, y que esperan en un laboratorio la voluntad de sus ¿dueños? para ser nacidos o destruidos sin ser incluidos en su estrecha "defensa por la vida".

En mi idea, quizás también estrecha, de defender lo vivo, es la vida de la mujer y su derecho de decidir sobre su propio cuerpo la que creo deberíamos defender en primera instancia.

También atrae a mi sorpresa que un dirigente que públicamente sostuvo a los medios de comunicación que su esposa "sabía antes de casarse que era fiestero", y que no tiene problemas en aceptar ante la prensa sus infidelidades, se preocupe tanto ahora por el "quiebre de las familias". El quiebre de las familias no viene de la mano de la sexualidad, sino de la violencia en su sentido más amplio y, muchísimas veces, del machismo.

Las nuevas familias igualitarias, y las familias ensambladas, llegamos para quedarnos con toda la fuerza que nos confiere el amor: y estamos convencidos de que tras el mismo amor merecemos todxs los mismos derechos.

Hoy, esa vulneración y opresión se sigue viviendo, pero de una manera muy distinta. Son otras las aulas, las condiciones, y la educación que como sociedad hemos podido darnos: pero cabe decir que no ha sido ésto el sólo "fomento" de Néstor Kirchner: miles de activistas de muchas banderas políticas, y cientos de organizaciones a lo largo del tiempo han trabajado para acceder, como Nación, a las leyes de la igualdad.

Se dio sí, en tiempos, y con el apoyo también, del kirchnerismo; pero nunca fue la lucha de un solo color político, sino que siempre nuestra revolución ha estado tiznada por los colores de la plena diversidad.

Claro que siempre hay algunos que deciden quedarse afuera.

Ojalá que si algún día llegara a cumplirse su expectativa de ser, como usted dijo, primero Gobernador de la Provincia de Salta y luego Presidente de la República, se encuentre usted un poco más educado sobre ciertos asuntos que requieren una sensibilidad que hoy no puedo encontrar en su persona. Si no es así, de forma inmediata y al igual que hoy, nos encontraremos en veredas completamente opuestas y sin mucha capacidad para hacer crecer con respeto, igualdad, y justicia, a la comunidad toda en una existencia plena y diversa; libre y feliz.

Juan Carlos Meillard".

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