Le descubrieron esquizofrenia a su mamá y su vida cambió para siempre

A poco de soplar 7 velitas en el pastel, María Emilia Buchanan, dejó su querida Salta natal para mudarse junto a sus padres y sus tres hermanos a San Carlos de Bariloche, Río Negro. Sin embargo, el encanto por la nieve y el esquí duró muy poco. Solo un año después, su mamá fue diagnosticada con esquizofrenia, y su vida cambió para siempre.

Las muñecas, y los peluches dejaron de alegrar sus días y pasaron a ser solo un recuerdo. Por instinto y por amor, asumió el rol de mamá. “Yo no era para nada consciente, lo descubrí más tarde cuando empecé a darme cuenta todo lo que había vivido”, cuenta.

Y cuando transitaba la preadolescencia, por orden de un juez, debió trasladarse a Pilar, Buenos Aires, donde vivían sus tíos, a quienes habían visto en escasas oportunidades. Un nuevo mundo de oportunidades se abría camino. Al poco tiempo, empezaron a tomar clases en la escuela bilingüe North Hills, donde además de educación recibió contención. “Yo al colegio le tengo muchísimo cariño”.

Al finalizar el colegio, decidió estudiar diseño gráfico, pero tras un cuatrimestre frustrante decidió empezar a buscar trabajo. Sus primeros pasos en el mundo laboral fueron en un jardín como maestra de Catequesis, donde descubrió su amor profundo por los chicos. Luego ingresó a un colegio parroquial que atendía a los chicos de la villa 31. “Sentí que dedicando mi tiempo, mis ganas y energías a estos chicos, yo estaba acercando oportunidades”, dijo.

Así fue cómo encontró en la educación una herramienta para cambiar su vida y la de los demás. “Uno puede ser testimonio de esperanza y apostar por lo que uno cree, porque en definitiva uno tiene el futuro de su vida en sus propias manos, y las decisiones que vamos tomando hace que nosotros decidamos donde vamos  a estar, y también quienes queremos ser”, sostuvo.

Hoy es coordinadora de la Fundación Enseña X Argentina, organización abocada a generar igualdad de oportunidades de educación para los estudiantes de contextos más vulnerables. “Tuve una infancia bastante complicada pero que también me dejó un montón de herramientas para hacer lo que hago hoy, todo lo que no te mata, te fortalece”, finalizó.

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