Balanzas que mienten

Carreros apostados en calles céntricas que venden frutas y verduras, muchas veces presentan ofertas tentadoras, pero ¿realmente es así? Volvió el engaño de la balanza.

Sociedad 28/10/2015

Sergio se encontraba en el centro, cuando paró a comprar frutillas a un ambulante que se ubica en la intersección de Caseros e Ituzaingo. La oferta de la pizarra indicaba claramente: “2kg. por $30”. El vendedor empezó a poner frutillas en la balanza, hasta que la aguja marcó los 2 kilos. Sergio volvió a su casa, pero decidió hacer una parada previa en el kiosco del barrio. Fue en ese momento cuando la balanza digital marcó 1.200 kg. Confirmando la estafa, volvió al puesto ambulante a hacer el reclamo correspondiente, a lo que los vendedores reaccionaron de mala forma incurriendo en insultos y agresiones hasta que finalmente decidieron devolverle el dinero a Sergio.

Esta anécdota, relatada en primera persona por Sergio ante los micrófonos de Radio Vos, confirma las sospechas que muchas veces tienen los consumidores: las balanzas de ambulantes disfrazan el peso. La mayoría, por no decir la totalidad, de los vendedores hacen uso de balanzas romanas, las cuales están prohibidas para el uso comercial, justamente por su inexactitud. Las romanas son imperfectas o imprecisas debido a que sólo miden los kilos y libras y no así los gramos. Sólo las balanzas digitales pueden garantizar el peso exacto. Las comerciantes conocen las mañas para alterar la medición de las balanzas romanas por lo que el regateo antes de comprar verduras o frutas en los mercados no sólo tiene que ver con el precio, sino también con el peso.

El uso de las romanas en los mercados, almacenes y otros negocios, está prohibida porque engañan en su medición. Sin embargo, las comerciantes y amas de casa las prefieren por tener la facilidad de ser económicas y prácticas. A su vez, el periodista Adrián Valenzuela recordó que José Pepe Muratore, encargado del Mercado San Miguel, repartió balanzas digitales para condecir con la disposición que prohíbe el uso de las balanzas romanas. Naturalmente cabe la duda que decanta es qué hicieron los vendedores con dichas balanzas, ya que la mayoría sigue haciendo uso de las balanzas romanas. ¿Cómo hacemos, como consumidores, para no ser víctimas del engaño de las balanzas descalibradas? Una duda que queda pendiente ya que unos gramos más, unos gramos menos hacen la diferencia. 

Fuente: Radio Vos 90,1 MHZ

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