Las extrañas enfermedades que sufren los que van presos
Curiosamente, la moda de los detenidos por hechos de corrupción es alegar enfermedades y tratar de evitar, de esa manera, declarar o la cárcel. Mientras gozaban de los "beneficios" de la libertad, su salud era buena. ¿Estrategia o casualidad?
Uno de los casos es el del exjuez federal Raúl Reynoso, procesado con prisión preventiva por supuestamente liderar una asociación ilícita que liberaba a imputados de narcotráfico a cambio de dinero y bienes. El mismo se encuentra internado en el hospital San Bernardo, donde debe ser estabilizado a raíz de su diabetes e hipertensión, y a la vez sometido a una serie de estudios ordenados por una junta médica para definir si su salud soporta estar en una cárcel o debe obtener la prisión domiciliaria.
El pedido de prisión domiciliaria lo tiene el juez federal Julio Bavio, quien decidirá si sigue en la cárcel GüÂemes o pasa a estar detenido en su casa, lo que dependerá de un informe de la junta médica. Reynoso ofreció dos domicilios para quedar detenido, uno en la ciudad de Salta y otra en su Orán natal.
Cuando estaba en funciones, Reynoso permanentemente decía estar abarrotado de causas, pero nunca dijo que sus enfermedades limitaran sus condiciones y capacidad para el trabajo.
López, el loco
El otro caso es el de José López, el ex secretario de Obras Públicas de la gestión de Cristina Kirchner y segundo de Julio De Vido, quien saltó a la fama tras irrumpir en un Monasterio de monjas misioneras y orantes de General Rodríguez con bolsos llenos de dólares robados y armas.
López, al momento de llegar al despacho del juez Rafecas, protagonizó un brote de locura en el ascensor. Aseguran que gritaba y se pegaba en la cabeza. Posteriormente, José López fue sometido a una serie de exámenes médicos y los profesionales indicaron que 'no presenta ninguna patología, está ubicado en tiempo y espacio', por lo que evaluó que 'está apto para declarar'.
López fue sometido a un serie de exámenes médicos luego que su abogada defensora, Fernanda Herrera, afirmara que el detenido "no está bien de salud, escucha voces, está delirando y con ataques de pánico" por lo que consideró que no podía ser indagado "en estas condiciones".
Sin embargo, el jefe de Guardia del Hospital de General Rodríguez Patricio Díaz, al que fue trasladado esta tarde López, afirmó que tras realizarle "controles clínicos, neurológicos y psiquiátricos, la conclusión de la psiquiatra es que no presenta ninguna patología, está ubicado en tiempo y espacio", por lo que evaluó que "en principio, para nosotros, está apto para declarar".
Viendo los videos, López estaba muy bien de salud mientras llevaba uno a uno los bolsos llenos de dólares y se los pasaba a una religiosa por una puerta, para que los esconda en el convento. Ahí no tenía ninguna locura.
Estos son dos ejemplos de insanía física o mental inventada, que se convierten en parte de estrategias que sin reparos busca proteger a personas que se habrían llenado los bolsillos con dinero mal habido, sucio y de la corrupción más escandalosa.