Revés para los proteccionistas: “No hay tiempo para una ley de pirotecnia cero”
Carlos Zapata, diputado por Salta Somos Todos, explicó que el proyecto no está incluido en los temas a tratar por la Legislatura en el periodo de sesiones extraordinarias. Su opinión sobre la iniciativa.
Luego que el Concejo Deliberante de Tartagal aprobara el proyecto de ordenanza que prohíbe la comercialización y uso de elementos pirotécnicos, diferentes grupos de proteccionistas de la capital solicitaron que la medida se haga extensiva a toda la geografía provincial.
Al respecto, Carlos Zapata, diputado por Salta Somos Todos, en diálogo con InformateSalta, le bajó rápidamente el pulgar ya que no hay tiempo para evaluar la iniciativa en ordinarias y tampoco fue incluido en los temas a tratar por la Legislatura en el periodo de sesiones extraordinarias.
Con respecto al proyecto, consideró en primer lugar que la Constitución Nacional prevé la libertad del ejercicio de toda industria lícita. “Hay que ver la posibilidad de que una restricción de este tipo no constituya una violación o no se vulnere el derecho de ejercer el comercio y toda industria lícita”, dijo.
No obstante, aseguró que “tiene que ser objeto de regulación” ya que no se puede dejar a libre albedrío y sin control la actividad. “No puede ser que cualquier hijo de vecino venda pirotecnia de cualquiera calidad, porque no solo afecta a los animales, sino que genera riesgo para las personas y sus bienes”, expresó.
Además sostuvo que no le parecería mal el hecho de que existan los fuegos artificiales siempre que exista una empresa responsable, y particulares mayores de edad, aunque aclaró que el problema es que los mayores compran la pirotecnia y se la terminan dando a los chicos. “Ese es el punto que me queda un poco para estudiar como poder prevenir”, sostuvo.
Por otra parte, se refirió al fracaso de la iniciativa de Guido Giacosa, presentada en 2014. “Puede deberse a un sin número de cosas, problemas en el texto, mucha fuerza por parte del comercio involucrado o que había otras prioridades al momento que se incluyó en el acta de labor parlamentaria, y no tuvo dictamen”, opinó.
También agregó que la prohibición impulsa un mercado negro que el Estado no está capacitado para controlar. “Lo único que hace es incentivar la actividad ilegal, la cosa tiene que ser bien medida y conforme a las posibilidades que tiene el Estado”, sostuvo.
Por último, aseguró que las cuestiones deben ser siempre reguladas y aseguró que prohibir debe ser la última palabra que se utiliza cuando uno va a legislar porque es impedir el ejercicio de un derecho. “Hay que regular el ejercicio no prohibirlo”, finalizó.