La carta de la funcionaria boliviana que huyó a Brasil acusada por la tragedia del Chapecoense
Celia Castedo dijo que no tenía el poder de autorizar o detener la salida de aeronaves y que sus observaciones fueron ignoradas por el piloto de LAMIA. También aseguró estar a disposición de las autoridades de Brasil, donde pidió asilo, “para ayudar las investigaciones y el esclarecimiento de los hechos”
Celia Castedo, la funcionaria boliviana que evaluó el plan de vuelo del Chapecoense y que tras la tragedia pidió asilo en Brasil, difundió una carta en la que se defiende de las acusaciones en su contra y denuncia presiones de sus superiores para modificar en informe sobre el plan de vuelo de LAMIA.
En la carta, la mujer defiende su experiencia de 30 años cómo técnica aeronáutica en la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (AASANA) y aclaró que no tenía el poder de autorizar, detener o impedir la salida de aeronaves.
Castedo también denunció presiones tras el accidente del avión de LAMIA en el que murieron 71 personas.
"Fui sometida a hostigamiento y presiones por parte de mis superiores, pues ya en la mañana del día 29-11-2016, es cuando se inicia todo, ordenándose modificar el contenido del informe que horas antes mi persona había presentado por vía interna, en el que se detallaban las 5 observaciones que realicé al Plan de vuelo de la línea LaMia (LMI 2933) el día 28-11-2016″, escribió.
Entre las 5 observaciones, escribe Castedo, "la más importante estaba referida a la autonomía del vuelo, la misma que comparada con el tiempo de la ruta coincidían, es decir eran iguales, aspecto que en presencia de testigos hice conocer al despachador de LAMIA (Sr. Quispe)".
Además afirma que "en tres oportunidades, la primera dos horas antes de la salida del vuelo y la última 20 minutos antes", le solicitó al despachador que sus observaciones fueran "inmediatamente consideradas por los responsables de la línea aérea" para que "tomara las acciones correctivas".
Pero al final, según detalla Castedo en la carta, el despachador de vuelo le comunicó que mantendrían la información original del plan de vuelo, "indicando que correspondía a una decisión tomada por el capitán de la aeronave".
Castaldo cita textualmente las palabras del despachador del vuelo: "Dice mi capi, que eso no más es".
Según la mujer, esta actitud demostraría la "intransigencia" de LAMIA para atender sus observaciones.
La funcionaria también aclaró que su firma y el sello en el plan de vuelo constituyen un protocolo utilizado para confirmar la recepción del documento y que "bajo ninguna circunstancia significa autorización o aprobación a una aeronave para la realización de un vuelo", ya que es la Direccion de Aeronautica Civil de Bolivia (DGAC) "la única institución responsable para autorizar y permitir la autorización de salidas de vuelos internacionales no regulares" como el de Chapecoense.
Finalmente, Castedo concluye rogando a la opinión pública de "comprender las razones que motivaron su salida apresurada de Bolivia" y dice ponerse a disposición de las autoridades brasileñas "para ayudar las investigaciones y el esclarecimiento de los hechos".