Policiales11/01/2017

“Con perfume de mujer”: Ella los seducía y él los asaltaba

Una peligrosa pareja de delincuentes pudo ser detenida gracias al pedido de auxilio de un joven a un patrullero policial, quien era víctima de un asalto perpetrado por este dúo que solía operar en distintas paradas de colectivos del macrocentro.

La pareja, según se enteró InformateSalta, fue detenida cuando tenían contra la pared a un joven, a quien minutos antes habían captado desde una parada de colectivo en inmediaciones de las calles San Luis y Catamarca. Según lo denunciado por la víctima, de la zona este de la ciudad, todo comenzó cuando una mujer muy sensual se le acercó.

El muchacho contó que la joven, vestida atractivamente, comenzó a seducirlo hasta que logró llevarlo a la vuelta de la parada, en una zona de poca iluminación creído de que la mujer buscaba un poco más de privacidad, sin embargo, grande fue su sorpresa cuando de pronto apareció un sujeto.

Sin mediar palabras, el delincuente, cómplice de la joven, identificada por la policía como Roxana, tomó del cuello a su víctima y comenzó a exigirle la entrega del teléfono celular y del dinero que llevaba encima, siendo en esos momentos requisado por el asaltante.

La víctima, intentó defenderse, por lo que la seductora damisela se mostró más hostil y comenzó a forcejear con el joven a fin de que su cómplice pudiera arrebatarle sus pertenencias. En esos momentos, según informó en su denuncia, apareció por la calle un móvil policial.

Al ver el patrullero, el joven inmediatamente comenzó a gritar y hacerles señas a fin de que fueran en su rescate. En el acto, los policías salieron del móvil y redujeron a los dos asaltantes, quienes fueron identificados como Roxana y Dante, dos delincuentes que ya eran buscados por otros hechos similares ocurridos en la zona.

En esta ocasión, el joven seducido corrió con suerte y logró recuperar sus pertenencias, mientras que la policía puso tras las rejas a esta peligrosa pareja, la cual solía operar en distintas paradas siempre con la misma rutina: la joven elegía a sus víctimas, las seducía y luego la trasladaba a una zona de poca iluminación, donde la entregaba a su compañero, quien los despojaba de todo elemento de valor que llevaran encima.