"Chicho" Mazzone dijo que está tranquilo y cree en Dios
El ex intendente de El Bordo, Juan Rosario “Chicho” Mazzone, aseguró que está “retranquilo” porque cree “mucho en Dios”. Ayer, tres testigos aseguraron que la mujer del ex intendente estuvo en el asado.
En una breve declaración al término de la audiencia de ayer en el juicio que se le sigue, Mazzone sólo dijo que hablará, en todo caso, cuando termine este proceso.
“Mi abogado les va a explicar todo, tiene experiencia para eso”, aseguró. Ante la insistencia periodística afirmó que está “retranquilo”. “Creo mucho en Dios. La Justicia divina es la mejor”, añadió antes de pedir que no lo "molesten más”.
Según publica hoy Nuevo Diario, Mazzone concurre a la Sala I del Tribunal de Juicio acompañado por familiares, entre ellos su prima hermana, la coordinadora de Relaciones Institucionales de la Casa de Salta en Buenos Aires, Liliana Mazzone.
Testigos para la defensa
Ayer, los remiseros Efraín Jhony Ortega, David Farfán y Armando Rivero declararon por pedido del abogado de Amador, Gustavo David López. Los tres participaron del asado en la casa del intendente. Los tres afirmaron que quien por entonces era la pareja de Mazzone, Yanet Moreno, estaba en el lugar, que inclusive se encargó de preparar la ensalada.
Aseguraron que no tenían idea de que iban a ir las jovencitas, que fue Valdez quien llegó con las chicas, que comieron un poco de asado y enseguida fueron a la pileta y que Mazzone y Valdez también fueron hacia la pileta, pero no vieron siquiera si se metieron.
Los tres dijeron recordar que había 4 chicas, pero ya se sabe que en realidad fueron tres. Los testigos afirmaron que no vieron a las chicas en ropa interior, ni sacándose fotos. Sí recordaron que las adolescentes ingresaron a la casa de Mazzone y Amador fue a verlas porque temían que pudieran tocar o sacar algo, y que como “a los 5 minutos” vieron salir a Amador, unos minutos después (uno habló de 10 minutos, otro de 2) salió Mazzone, siempre con pantalón largo y sin camisa, y luego las chicas.
Sin embargo, ninguno pudo recordar el momento en que Mazzone entró en la casa, y tampoco pudo el número de chicas que estaba en la vivienda. Los tres incurrieron en contradicciones consigo mismos y con los dichos de las hermanas Moreno, quienes anteayer afirmaron haber estado en el asado, ambas, con sus hijos, una nena de 5 años (hija de la cuñada del entonces intendente) y un niño de 10 u 11 años (hijo de la novia de Mazzone).
El primero de los testigos de la víspera, Ortega, que comenzó y terminó su testimonio rengueando (al comenzar reconoció que tenía interés en que los acusados “salgan libres” y luego hizo enojar a los tres jueces con cierta desmemoria selectiva), aseguró que la señora y la cuñada de Mazzone estaban en el asado, pero en cuanto a los niños se confundió: dijo primero que “había chiquitos y luego, ante las preguntas de la fiscal María Luján Sodero, que sólo estaba un nene que “tendría unos cinco años”.
Añadió que se fue poco antes de las 2 y que para entonces ya las Moreno no estaban, y que las jovencitas quedaron. Farfán, que sólo recordó la presencia de la mujer de Mazzone (no de su cuñada o de chicos), dijo que se fue a eso de las 2 y que las jovencitas siguieron en la reunión. “Yo no vi nada”, se atajó de entrada nomás el último testigo, Rivero. Dijo que las chicas pidieron permiso para ir a la pileta y que luego de un rato volvieron vestidas.
También afirmó que la mujer de Mazzone estaba, pero en este caso recordó a una nena de 3 o 4 años, como hija suya. Y dijo no recordar si había otro familiar de Mazzone, pero sí recordó que “no había otra mujer”, además de las chicas y Yanet Moreno. Los remiseros aportaron con sus dichos a la afirmación de una de las jovencitas que participó del asado, quien habló de entre 13 y 15 remiseros.
Tanto Farfán como Rivero dijeron que eran entre “15 y 20” los remiseros que participaron del asado. Ninguno, salvo Valdez, las conocía de antes a las chicas.