El retorno del coloniaje
Columna de opinión por Nicolás Juárez Campos.
Los argentinos nos encontramos en un universo cerrado en el que se construyó una realidad que afuera no existe, y para ello es necesaria la complicidad de la prensa hegemónica reproduciendo como válidos los sinsentidos.
La Alianza macrista-radical consume velozmente la herencia de desendeudamiento, mientras suma nuevos costos a las generaciones futuras. En sólo dos años la deuda se acrecentará en alrededor de 100 mil millones de dólares y con riesgo de enfrentar demandas que (tantas como Griesas haya en este mundo) podrían llevar la deuda externa argentina a más de medio billón de dólares. Si algunos de aquellos acreedores que entraron al canje en 2005 o en 2010 se les ocurre litigar, me refiero a los que integraron el 93% que en su momento aceptaron los bonos reestructurados, el endeudamiento va a ser eterno.
Resulta increíble que estas prácticas destructivas, cuyos resultados ya experimentamos en el último cuarto del siglo XX y eclosionaron en la crisis de 2001/02, vuelvan a suceder en medio del silencio y anuencia de gran parte de la dirigencia partidaria, empresarial y sindical. Algunos consultores de la City reconocen “..que el modelo no es sustentable, pero tienen resto de crédito para dos años más…”. Los nuevos irresponsables cuentan a su favor con el manto de olvido de gran parte de la población. Los saqueadores nativos gozan de esa especie de amnesia colectiva que se repite a lo largo de la historia. Solo eso puede explicar que Sturzenegger pueda ser presidente del Banco Central.
Los que están
El país está en manos de los mismos “civiles cuarteleros” que sustentaron la dictadura cívico-militar de 1976, con fuertes vínculos con la gran Banca extranjera que sostuvo y entregó múltiples funcionarios al régimen siniestro de José Alfredo Martínez de Hoz (empezando por la Banca JPMorgan). La resistencia a que grandes empresarios argentinos sean juzgados por esa complicidad explica el regreso del “negacionismo criollo”, en momentos en que, a partir del triunfo de Macri, llegaron al poder con sus gerentes. La Ceocracia requiere del olvido de la participación de los civiles en la tragedia argentina.
En verdad quieren negar algo más que los crímenes, quieren excluir de la memoria histórica quienes fueron los beneficiarios directos del terrorismo de estado y que remite a los dueños del poder económico nacional y transnacional pasado y actual. Negar que la dictadura tuvo como objetivo central el reformateo económico social de la Argentina . Y por ello reprimieron al movimiento obrero: el 56% de las víctimas eran obreros y delegados obreros. Para los “civiles cuarteleros”, ahora con Macri, igual que en 1976, su leiv motiv es la brutal transferencia de ingresos de los asalariados a los más ricos, el endeudamiento externo y el ingreso desaforado del país a la transnacionalización financiera. Los pueblos que no tienen memoria, están condenados a repetir la historia.
Una de las primeras acciones de la Alianza macrista-radical fue dibujar el déficit fiscal heredado y cargar contra la “grasa militante” en el Estado, corroborando que él proceso de despidos no estaba vinculado a una estrategia de presunta “eficientización”, sino que fue lisa y llanamente, una persecución política. Fue un artilugio de prestidigitador. Estamos en presencia de una operación de desembarco, en que la “revolución de la alegría” sólo tiene por objeto encubrir una contrarrevolución clasista para reconfigurar al país sobre su vieja base colonial, cuya economía no admitirá 43 millones de argentinos prósperos y felices. “…Estructuras políticas y estructuras económicas y sociales se corresponden recíprocamente “, solía afirmar Arturo Jauretche.
La Argentina con el gobierno nacional está siendo funcional al proceso de acumulación internacional, pero no tiene una estrategia de acumulación local. Una parte sustancial del endeudamiento financia la remesa de utilidades de las empresas extranjeras en nuestro país. En concreto significa llevarse dinero de los argentinos a economías de otras regiones del mundo o casas matrices. Estamos financiando las economías alicaídas de EEUU y Europa, mientras en nuestro país crece la desocupación, aumentan las tarifas, etc.
A modo de conclusión
En síntesis, el balance a la fecha es multiplicación del endeudamiento, transferencia al capital y persecución política, pero también déficit e inflación provocados por el gobierno nacional, que fue incapaz de controlar una sola de las variables de la Caja de Pandora que abrió con la desprotección cambiaria (mal llamada “liberación del cepo”), la simultanea eliminación y baja de retenciones agropecuarias( y la consiguiente inflación de precios de productos agropecuarios) y la entrega a supermercadistas, banqueros fugadores y ejecutivos de petroleras extranjeras, de los organismos de control comercial y de las finanzas, y de la Secretaría de Energia.
La confluencia de las luchas callejeras, la reunificación progresiva del movimiento obrero, la ira que produce este retorno hacia un pasado paupérrimo y la reorganización del movimiento nacional en torno a la crisis generada por la Alianza macrista-radical, indican el camino que transitará la Argentina hacia la supresión de esta pesadilla de nuestra historia presente y futura. No hay enemigo invencible, hay estrategias incorrectas.