Tecnología22/02/2017

¿Bajarán en Salta los precios de las computadoras?

Es la consulta que muchos se hicieron ante el anuncio del gobierno nacional sobre la quita de los aranceles a los equipos informáticos. En este marco, el presidente de la Cámara de Informática del NOA, Miguel Llaó consideró que para el usuario el panorama no cambia mucho.

El pasado lunes, el gobierno nacional publicó un decreto que elimina los aranceles a la importación con el objetivo de provocar una baja en los precios de las computadoras, tablets y accesorios informáticos.

Aunque muchos esperaban que en Salta lleguen los nuevos precios más bajos, para la Cámara de Informática del NOA el panorama no es tan alentador. Miguel Llaó contó a InformateSalta que para el usuario el panorama no cambiará mucho. “No sólo porque algo del diferencial siempre es absorbido, no trasladado, por lo de Buenos Aires sino porque ya con comparativamente baratos los equipos informáticos” explicó.

 

Llaó consideró que antes las primeras computadoras costaban como una camioneta Ford 100 0km mientras que hoy una pizza con una bebida cuesta lo mismo que un teclado, es decir, son accesibles al público en general.  “Está todo distorsionado porque además se debe brindar garantía” indicó en cuanto a los precios que hoy establece el mercado informático.

En cuanto a quiénes son los verdaderos formadores de precios, el titular de la Cámara de Informáticos del NOA, los comercios locales se ven muy castigados por las grandes cadenas. “Venden al precio que los distribuidores compramos en fábrica, por esto el cambio será poco. Desde el anuncio de la medida ya se vino reacomodando el precio” explicó Miguel Llaó a InformateSalta.

 

La expectativa fue creer que los precios podrían bajar y acercarse a los de zonas francas como Iquique. Pero Llaó sostuvo que la medida sólo aporta transparencia a una distorsión de años que viene ligada a Tierra del Fuego. “Sólo ponían terogopoles, cajas y rótulos; beneficiando a pocos empresarios ligados al poder”.

Finalmente, Miguel Llaó afirmó que los problemas en el sector informático son los impuestos, los fletes y las cargas sociales. “El valor internacional se distorsiona porque cuando alguien compra una computadora está poniendo plata que va para sindicatos, burócratas, planes sociales, etc. Esto no sucede con productos de venta marginal”.