"Nosotros venimos trabajando, no para el gobierno de Santa Cruz, sino para los santacruceños, desde el primer día de gestión del presidente Macri. Así como dijimos que nos encontramos un Estado desmantelado, quebrado a nivel nacional, también ocurrió lo mismo en Santa Cruz", describió Frigerio, que ayer habló con el vicegobernador Pablo González.
En el Gobierno también miran con inquietud la violencia de manifestantes que anteanoche atacaron la residencia de la mandataria provincial, donde se encontraba la ex presidenta Cristina Kirchner.
Si bien el Gobierno no recibió un pedido de la provincia para reforzar la seguridad, sí se fortaleció la custodia de la ex mandataria, informó La Nación. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, informó ayer que tenían equipos preparados para actuar "en caso de que la situación de seguridad de la ex presidenta lo requiriese".
Por la agresión, el Presidente se solidarizó con la mandataria provincial. "Muy grave el ataque a la residencia de la gobernadora Kirchner. Repudiamos la violencia como método, siempre", dijo Macri desde su cuenta de Twitter.
Las palabras del jefe del Estado no cayeron bien en la familia Kirchner. Máximo Kirchner calificó de "muy grave el ataque" y acusó a Macri de "cínico" e "hipócrita". La ex presidenta responsabilizó al Gobierno. "Esta no es la Argentina que nos prometieron", dijo Cristina Kirchner.
Al menos cuatro personas resultaron heridas anteayer cuando la policía de Santa Cruz reprimió una manifestación que, pasada la medianoche, había intentado ingresar a la residencia oficial en Río Gallegos.
Aunque el clima de tensión que atraviesa la provincia desde hace varios meses se recrudeció en los últimos días, el gobierno nacional no tiene en su carpeta intervenir Santa Cruz. "El Estado nacional va a estar presente dándoles ayuda como lo venimos haciendo desde el primer día de nuestra gestión, pero ellos se tienen que dejar ayudar también", manifestó Frigerio.