Cómo superar este momento de horror que vivimos en Salta
Cuando la noticia del momento te impacta y te paraliza el horror; queda más que tratar de pensar con claridad y buscar una salida, un progreso, un apoyo. Noticias que duelen el alma leerlas, verlas, escucharlas.
Los principios, los ideales, los valores han cambiado vertiginosamente. ¿Me pregunto si existen aún?
Hoy por hoy todos los días recibimos noticias de femicidios, mujeres adolescentes, jóvenes, adultas y hasta ancianas mueren en manos de hombres.
Desaparecen y mueren de la peor manera; sometidas a espantosos vejámenes. Si, sucede hoy y cada día.
Los índices de femicidio en el país y en nuestra provincia son alarmantes.
¿Qué ha cambiado? , ¿Qué ha despertado en los hombres tanto ensañamiento con una mujer?, ¿Hay un disparador?
Este último caso de envenenamiento supera mi razón; un hombre puede “odiar” a un niño pequeño que solo debe querer jugar y divertirse, un hombre puede planear un envenenamiento o un asesinato así… a sangre fría?
Los hombres en el sentido masculino de la palabra, olvidan de donde vienen, olvidan que una mujer los lleva nueve meses en el vientre, que una mujer les de la vida, los trae al mundo; ¿se olvidan de esto? Porque una mujer es una madre que es capaz de dar su vida por un hijo; entonces como pueden suceder estas cosas. Y suceden.
¿Una enfermedad se despierta…. y provoca estas acciones? Puede ser.
¿La mente humana puede “cegar” y llevar a un hombre a cometer tanto daño, como es quitar una vida? Si puede.
A lo que debemos agregar el gran dolor ocasionado a la familia, dolor que es difícil sanar. Imposible diría yo, tal vez se aprende a convivir, se acepta, pero no se sana.
En la mayoría de los casos muchos niños quedan huérfanos de madre y padre; ya que este último termina preso y cómo se le explica, entonces a un menor de edad lo que pasó, ¿cómo?
Cómo explicamos a nuestros hijos que hoy mueren mujeres casi todos los días por una situación de violencia extrema, como explicamos que esto no es un estereotipo.
Podemos crear conciencia, hablar, exigir, dar charlas o talleres porque la violencia en el seno familiar no es normal, las agresiones, los gritos tampoco lo son. Hacer creer a alguien que tiene cierta inferioridad o que sus conocimientos son precarios también es ejercer violencia.
Debemos actuar como sociedad, aunque sea un trabajo de hormiga pasito a pasito desde casa, de adentro para afuera, puedo asegurarles que algo vamos a transformar.
Cuando uno se siente identificado por el solo hecho de ser mujer con lo que esta sucediendo debe actuar, volverse proactiva e iniciar un proceso de cambio para lograr de alguna manera modificar la violencia, las agresiones y todo aquello que viene después.
Muchas preguntas, muchos interrogantes todo sin respuesta como tantos casos sin resolución, como ciudadanos libres busquemos y exijamos respuesta, soluciones ante tanta atrocidad.
Busquemos como sociedad salir de este pozo oscuro, busquemos juntos que dejen de suceder, busquemos juntos un mundo mejor en donde ya no tengamos que explicar a nuestros niños porque suceden estas cosas.
Necesitamos niños que puedan crecer de la mano de sus mamás, pidamos por niños en un mundo sin violencia familiar. Por mujeres y madres sin miedo, por mujeres que puedan pedir ayuda.
Hablemos, jamás nos cansemos de hablar. Hablemos de todo sin tapujos.
Comuniquemos, sin miedo.
Depende de nosotros. Solo de nosotros.
Por Florencia Zumaeta - Lic en Comunicaciones