Ex minero salteño descendió a un profundo pozo en busca de los restos de Daniel Solano
Se trata de Rafael Tufiño, de 40 años, quien pese al riesgo que implica, descendió en ocho oportunidades al jagüel ubicado en la localidad rionegrina de Choele Choel para sacar escombros y caños. "Está complicado", expresó.
Con el objetivo de dar con los restos del salteño Daniel Solano, desaparecido en noviembre de 2011 en la localidad rionegrina de Choele Choel, la justicia avaló el descenso del ex minero oranense Rafael Tufiño al jagüel, un profundo pozo de entre 80 y 100 metros, ubicado en la estancia La Manuela.
Pese al riesgo que implica, Tufiño, quien reside en la zona desde hace 10 años, bajó en ocho oportunidades para sacar escombros y caños que impiden que las máquinas realicen la búsqueda del trabajador rural, oriundo de Tartagal.
Igual que Solano, según informó un diario de Río Negro, Tufiño cuenta que cuando emigró al sur lo hizo para trabajar en Expofrut, la misma empresa en la que se desempeñaba Daniel hasta su desaparición. "Acá conocí a una piba, me junté y me quedé. Acá es más tranquilo”, relató.
El oranense contó que está interiorizado del caso desde hace tiempo y con anterioridad había querido ayudar. “Iba a bajar hace mucho, pero el anterior juez (Julio Martínez Vivot) no quería porque era peligroso, decía”.
Rafael conoce de minería porque trabajó en la minera Santa Cruz, en Chubut, donde extraían oro y plata a más de 1500 metros de profundidad. “Tengo cursos de explosivos y de Seguridad e Higiene”, precisó.
Tras el descenso, contó que “está complicado”, y explicó que “hay fierros agarrados de la pared", fierros sueltos que van a tener que cortar con una amoladora para que puedan meter las campanas”, detalló.
El ex minero contó que descendió los 50 metros hasta el fondo del jagüel y extrajo 4 caños galvanizados de 8 metros para que pueda operar la campana traída especialmente para sacar los residuos del pozo.
Cabe destacar que en uno de los descensos logró sacar algo de material, que rápidamente comenzó a ser analizado por el grupo integrado por cuatro antropólogas forenses.