A un año de la muerte de Daniela Guantay no saben cómo ni de qué falleció
La abogada de su madre contó que la investigación es difícil porque está vinculada al consumo y venta de drogas, además de los falsos testimonios con lo que tienen que lidiar.
Pasaron 365 días desde que Daniela Guantay salió de su casa en el barrio Juan Manuel de Rosas y nunca más regresó. Sus restos fueron hallados en las márgenes del Río Mojotoro y hasta el momento no se pudo conocer cómo ni de qué murió. Gabriela Rodríguez, abogada de la familia contó a InformateSalta que llegarán hasta las últimas consecuencias para saber qué fue lo que le pasó.
“El contexto en el que ocurrió el crimen es muy complejo, está vinculado al consumo y venta de drogas y eso hace que la gente no se comprometa con su testimonio. Hay muchísimos testigos que solamente se contradicen”, sostuvo.
Verónica, la madre de Daniela tiene un contacto casi diario con la abogada y los peritos de parte, “ella hace un trabajo de investigación dentro del barrio pero le dicen cosas que terminan siendo fabulaciones. La gente va y le dice una cosa y cuando la citan en la fiscalía no saben nada”, contó a InformateSalta.
La buena noticia es que se esperan avances para la semana próxima. Actualmente hay tres detenidos y un cuarto que únicamente está imputado. “La madre de Daniela tiene mucha ansiedad, quiere que se haga justicia y nosotros desde la Fundación Cintia Fernández hacemos todo para contenerla y llegar a la verdad”.
A pesar de todas las medidas que se llevaron adelante aún no logran reconstruir sus últimos momentos. “Es una causa que hasta nos quita el sueño, hemos buscado nuevos datos pero es una causa muy difícil, hasta el momento no sabemos cómo ni de qué murió”.
Daniela vivía en un contexto de vulnerabilidad, consumía drogas y hasta ejerció la prostitución. En algunas ocasiones salía de su casa y volvía varios días después. En el barrio era conocida y sus amistades están vinculadas al consumo y venta de drogas, es por ello que reina un pacto de silencio en la zona, un pacto que atormenta a su madre que un año después sigue buscando respuestas.