Policiales23/05/2018

¡Grande Leo! El baqueano que apareció justo y salvó a otro de una violación

Un baqueano, que había salido a campear sus vacas, sorprendió a dos cuatreros, quienes lo redujeron y cuando estaban a punto de violarlo, fue salvado por la aparición de un amigo, quien a caballos puso en fuga a los maleantes.

Es Leo, pero no es Messi. Se llama Leonardo Tejada y se convirtió en el héroe de Pichanal al salvar a otro vecino de un ultraje sexual. En esta historia, este joven apareció en el momento indicado, no sólo para poner en fuga a los cuatreros sino salvar a su amigo, un baqueano del paraje Los Pocitos, en la localidad de Pichanal, quien había salido a campear sus animales.

Este episodio, según lo informado por la policía a este medio, ocurrió el 4 de mayo pasado, cuando la víctima, un baqueano de paraje Pozo Juramento, salió a campear sus vacas, las que se hallaban en un monte de la zona.

El baqueano, en su denuncia, contó que tras recorrer por el campo pudo ver a algunos de sus animales, circunstancias en que también vio a lo lejos otros dos caballos, los que se hallaban enlazados en unos matorrales, por lo que decidió acercarse a ver qué sucedía.

Cuando estuvo cerca, el hombre sorprendió a otros sujetos de la zona, conocidos por cuatreros, quienes tenían enlazada ya una vaca de su propiedad, por lo que reaccionó y a los gritos ordenó a los maleantes que suelten a su animal.

Al verse descubiertos, los cuatreros decidieron atacar al baqueano y lo bajaron del caballo a golpes, tras lo cual lo redujeron. En seguida, y cuando el propietario de los animales amenazaba con denunciarlos, los ladrones lo dieron vuelta y comenzaron a bajarle el pantalón.

Cuando ya estaban a punto de someterlos sexualmente, de pronto, escuchó una voz de alto a lo lejos, lo que alertó a los dos cuatreros, quienes soltaron al baqueano que estaban a punto de violar y corrieron en busca de sus caballos, tras lo cual se dieron a la fuga.

Al verse libre, el baqueano se apuró a subirse el pantalón y mientras lo hacía apareció en escena su salvador: Leonardo Tejada, un joven también trabajador del campo, quien también había salido en busca de sus vacas.

Tejada al escuchar los gritos del baqueano que iba a ser sometido se acercó, vio lo que sucedía y pegó el grito para impedir el ultraje. En su denuncia, el baqueano fue claro al sostener que no llegó a ser penetrado gracias a la afortunada aparición de Leonardo, quien lo salvó.

Tras aportar los datos de los agresores a la policía, el baqueano espera que la justicia ordene la captura de ambos a fin de ser sometidos a las demandas legales por los delitos que estuvieron a punto de cometer, tanto en perjuicio de sus animales como de su propia persona.