Justicia17/10/2018

Llevan a juicio al cura Agustín Rosa Torino por abuso sexual

Está acusado de “abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual simple”. En el requerimiento se incluyeron más de 50 testimoniales.

La fiscal penal 2 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, María Luján Sodero Calvet, requirió esta mañana el enjuiciamiento de Agustín Rosa Torino por los delitos de “abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual simple”, en ambos casos agravado por ser ministro de culto reconocido. Los cargos contemplan penas de hasta 20 años de prisión.

La fiscal, luego de un largo proceso que implicó no sólo la realización de numerosas pericias técnicas, sino también psicológicas y la recepción de más de 50 testimoniales, concluyó en que “la acusación” se “halla fundamento en que el imputado, aprovechando la cercanía, la confianza, el respecto y la obediencia que le era debida, habría desplegado actos de contenido sexual en el cuerpo de los denunciantes”.



Entre dichos actos, la representante del Ministerio Público describió los mismos como “tocamientos libidinosos”, en zonas íntimas de las víctimas. Asimismo, remarcó que dado el “rol de Padre Fundador” del Instituto Religioso Hermanos Discípulos de Jesús de San Juan Bautista, las pruebas colectadas en la causa, demuestra que los damnificados no pudieron prestar de “ningún modo su consentimiento libre y voluntario” a los abusos sexuales denunciados.

Para la fiscal quedó claro que el acusado gozaba de “ascendencia” sobre los miembros de la congregación que dirigía y que se “tornaba imposible para estos, en ese estado de clara vulnerabilidad, resistirse o negarse, máxime teniendo en cuenta las premisas que se impartían en esa Orden Religiosa y el evidente estado de sumisión en el que se desarrollaba el vínculo entre Rosa Torino y los hermanos del Instituto encabezado por el acusado”.

Los peritajes psicológicos de las víctimas fueron determinantes respecto al padecimiento vivido, también el perfil del acusado. Dijo que los mismos “dan cuenta de la existencia de graves secuelas en la psiquis de los denunciantes, lo que permite inferir que se ha afectado su integridad psicofísica y sexual”.



Convencida de la acusación que lleva adelante, la fiscal presentó esta mañana el requerimiento de juicio en contra del sacerdote en el Juzgado de Garantías 1, a cargo de la jueza, Ada Guillermina Zunino, la que ahora deberá seguir con los trámites del caso la realización del juicio oral y público a Rosa Torino.

“Un espanto”

Entre los testigos citados por la fiscal en su requerimiento se encuentra un sacerdote de una congregación de Buenos Aires, quien tuvo un rol específico en el caso, pues sus superiores le confiaron la responsabilidad de reunir testimonios de ex integrantes del Instituto San Juan Bautista respecto a los abuso sexuales que allí se sucedían.

Al respecto, dicho sacerdote, cuya identidad se mantiene en reserva, reveló que tomó contacto con muchos de ellos y que el estado emocional de los mismos no era muy bueno. “Los sacerdotes o las religiosas, se veían angustiados, lloraban, bloqueados emocionalmente, les costaba recordar, demoraban varios días en recordar, porque eran tantas cosas que habían vivido, recordaban episodios y les costaba contextualizarlo en el lugar y tiempo. La mayoría se venían escapados del Instituto, porque no querían que los superiores supieran que estaban escribiendo los testimonios, tenían miedo de que los mataran”, declaró.

Al finalizar su testimonio, este sacerdote simplemente concluyó con la siguiente aseveración: “Para mi espiritualmente, sacerdotalmente todo esto es un espanto”, afirmó.