El docente estatal salteño gana $5.204 más que el jujeño
A septiembre de 2018, en Jujuy un docente cobraba $18.434 mientras que en nuestra provincia el salario era de $23.638. Salta tiene los mejores salarios del NOA y es la única por encima de la media nacional.
El salario real de los docentes estatales jujeños, hasta septiembre de 2018, fue de $18.434 según el Cippec (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento). En tanto, el de los docentes de la provincia de Salta, para el mismo período, fue de $23.638, marcando una diferencia de $5.204 en detrimento de los docentes jujeños, según da a conocer hoy El Tribuno.
Se trata de una marcada diferencia para dos provincias que se encuentra a sólo 120 kilómetros de distancia y que son consideradas entre las más chicas del país.
La desigualdad salarial con respecto al resto de las provincias del Noroeste queda en el siguiente orden: Tucumán con un salario de $20.799 se ubica segunda, Jujuy en tercer lugar, y más abajo Catamarca y Santiago del Estero que registraron salarios menores, siendo los mismos de $16.461 y $13.291 respectivamente.
Con respecto a la media nacional, que fue $21.218, la provincia de Salta es la única de la región que se encuentra por encima.
Aportes nacionales de 2017
En 2017 Jujuy obtuvo un 14,2% de aportes nacionales al salario docente. En lo que respecta al resto de las provincias que integran el NOA, en 2017 Santiago del Estero recibió un total de 23%, Catamarca del 10,4%, seguidos por Salta con un 10,3% y Tucumán con 8,3%.
Cabe destacar que algunas provincias fueron excluidas de la compensación, por cambios de los parámetros de distribución por parte del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación, que redujo a siete la cantidad de provincias que perciben el fondo compensador (Corrientes, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, Salta y San Juan).
Esa situación redujo el impacto redistributivo del mismo, debido a que en las provincias receptoras del fondo compensador se redujo su incidencia a niveles inferiores a la del Fonid.
Otro punto a destacar es que a partir de los cambios introducidos en 2016 en la política nacional de cofinanciamiento de los salarios docentes se observa un retroceso en el sentido redistributivo de estas líticas, contrario al espíritu de la Ley de Educación Nacional.