Iúdica quiso hacer una nota por el paro y casi lo agarran a trompadas
Un vendedor de flores se enfureció sin razón cuando el conductor le preguntó cómo estaba.
Con su particular humor e histrionismo, Mariano Iúdica (48) volvió a hacer de las suyas este miércoles a la mañana durante un móvil para Involucrados (América, a las 10.30).
Es que el conductor casi se agarra a las trompadas con un comerciante que se negó a brindarle una nota o por lo menos a saludarlo al aire.
Todo comenzó cuando el también presentador de Polémica en el bar (América, a las 20) dejó el estudio de su programa matutino junto a Pía Shaw (40) para recorrer la Ciudad durante el paro de este miércoles.
Entonces, micrófono en mano, la figura de América salió a la calle y se acercó a un puesto de venta de flores. "¿Cómo le va?", le atinó a decir al dueño.
Pero lejos de responderle con agrado o por lo menos saludarlo, el hombre lo corrió con una de sus manos apartándolo de forma muy agresiva.
En ese momento, Iúdica intentó una vez más aproximarse pero el comerciante repitió ese brusco movimiento y provocó de ese modo una reacción adversa en el conductor de Involucrados.
Es que Iúdica no se fue. Es más, intentó por tercera vez acercale el micrófono al vendedor de flores que, sin ánimos de dialogar, finalmente se dio vuelta.
Una vez más, Mariano no se quedó quieto ni abandonó el lugar. Todo lo contrario: comenzó a hacer burlas, entre risas, ante las cámaras. Y la situación se desmadró cuando el hombre se dio vuelta y lo descubrió riéndose a sus espaldas.
Para impedir un ataque, Iúdica empezó a caminar frenético por la vereda y en su paso chocó sin querer a una mujer que caminaba por ese lugar. "¿A quién vas a cagar a...?", agregó, sonriente, al mismo tiempo que se alejaba del puesto ambulante.
"¡Mariano! ¡No!", lo retó en ese preciso momento Pía, su compañera en la conducción de Involucrados, quien se encontraba a su lado junto a un productor.
Y cuando todo parecía haber terminado, el hombre retomó su marcha y fue a buscarlo mientras Shaw se escondía en una mueblería para evitar quedar en medio de la pelea.
Por suerte, el comerciante no continuó persiguiendo al conductor de América y la situación no pasó a mayores.