Salud13/06/2019

Con una solicitada, el Colegio de Médicos de Salta se declaró en contra del aborto

La comisión de Bioética y la Mesa Directiva de la entidad profesional reafirmó su postura contra la interrupción del embarazo. Según expresaron, incorporar el aborto como práctica social “no es un avance sino un retroceso a la calidad de vida”.

A fines del mes de mayo, se volvió a presentar en el Congreso de la Nación el proyecto que busca legalizar el aborto en el país, en el cual a diferencia del tratado durante el 2018, entre otros puntos no se incluye la objeción de conciencia para los profesionales de la salud, un punto que fue clave en la discusión.

Al respecto, el Colegio de Médicos de Salta publicó una solicitada en el diario El Tribuno de este jueves 13 de junio donde, con la firma de la Mesa Directiva y la Comisión de Bioética de la entidad, reafirman su rechazo a la interrupción del embarazo como así la defensa de la objeción de conciencia.

“Recientes acontecimientos en nuestro país han puesto nuevamente en escena la objeción ante la práctica del aborto no punible, por ello” el Comité y la Mesa Directiva “reiteran los principios ya declarados respecto a la práctica del aborto”, inicia el comunicado publicado en el matutino.

En su argumentación, la institución indica que la objeción “se trata de un derecho comprendido en el derecho a pensar libremente y el derecho a la libertad de creencias, en materia política, social, religiosa y a actuar en su consecuencia”. A esto recuerda que la Constitución protege esta facultad, como así tratados internacionales incorporados a la carta magna argentina.

“No se trata de un órgano ni de una modificación benigna o maligna del cuerpo de la madre. Se trata de un niño en las primeras etapas de su desarrollo, que necesita imprescindiblemente su lugar natural en el seno materno”, espetan los profesionales.

En otro punto, reafirman que “no es aceptable reconocer el aborto como una praxis médicos, disponible de la voluntad de un solicitante. Incorporar el aborto como una práctica social no es un avance sino un retroceso en la calidad de vida, se dirige contra la vida misma en su etapa inicial pero ya objetivamente definida”.