La Sinfónica y el Estudio Coral del IMD presentan "La Voz coral"
Ambos cuerpos musicales se unen para presentar "La voz coral". El concierto se realizará el próximo jueves 24 de octubre, a las 21, en el Teatro Provincial. Oberturas y coros de tres grandes óperas de Richard Wagner y una romántica sinfonía de Gustav Mahler le pondrán color al próximo concierto.
Bajo la dirección de Noam Zur, el concierto propone un abanico de composiciones de Richard Wagner con "El holandés errante", "Lohengrin", "Tannhäuser", todas ellas estrenos en Salta. Seguidamente, ambas agrupaciones interpretarán "Los maestros cantores de Núremberg", también de Wagner y finalmente, luego de un breve intervalo, sonará la Sinfonía N° 10 de Gustav Mahler.
La entrada general tiene un valor de $100 y ya se encuentran a la venta.
Richard Wagner cambió la perspectiva de las composiciones que sintetizan las grandes artes: visuales, poéticas, escénicas, musicales. Su producción operística consiguió una estrecha fusión entre texto y música, al crear una forma de teatro musical que bautizó Gesamtkunstwerk (obra de arte total) en la que intensificó la participación de la orquesta y confluyen todas las artes concretando un magnífico espectáculo integral teatral. Los temas musicales recurrentes en sus composiciones dieron origen al “leitmotiv” (motivo conductor) término acuñado por los analistas de sus dramas, que se aplica también a obras literarias y cinematográficas. El motivo conductor se asocia a un personaje o al estado anímico. Coincidía con la idea del Romanticismo Alemán: retornar a la antigua tragedia griega, distanciándose de la ópera italiana y francesa.
Gustav Mahler, músico austriaco, compositor y director de orquesta, uno de los supremos sinfonistas de la historia que fusionó sus sinfonías con los lied. Trabajó en su 10° Sinfonía durante 1910, cuando atravesaba una crisis matrimonial con Alma, su esposa, a raíz de la cual le dedicó por primera vez una sinfonía, la Octava y comenzó la Décima, proyectada como su testimonio de amor, pero quedó incompleta ya que falleció en 1911. Sólo el Adagio quedó terminado, una página de gran belleza y serenidad, en la que se advierte a un Mahler más visionario, que coquetea con la atonalidad y juega con los timbres, lo cual indicaba que el compositor estaba cambiando de piel, aunque no tuvo tiempo a concretar su nuevo estadio creativo. Quedó planteada la estructura general de la obra y esbozados los otros movimientos. El tercero "Purgatorio", se encuentra terminado, pero orquestados solo sus primeros compases. El resto fue reconstruido por el musicólogo Deryck Cooke que persuadió a Alma y a Anna, esposa e hija del compositor para replantear el segundo, cuarto y quinto movimiento, de la Décima de Gustav Mahler.